El vertedero de Elche está ya a la mitad de su capacidad y la previsión es tenerlo lleno en 2030

Los municipios abonarán 30 euros por tonelada de basura que entierren a partir de enero, lo que se traduce en que la ciudad ilicitana tendrá que desembolsar 1,5 millones de euros para todo el año

La planta de basuras de Elche, tras su modernización en 2019. | ANTONIAMORÓS

La planta de basuras de Elche, tras su modernización en 2019. | ANTONIAMORÓS / a.fajardo

A. Fajardo

A. Fajardo

La planta de basuras de Els Cremats acaba de finalizar una reforma por valor de un millón de euros para mejorar la separación de residuos y reducir los residuos que acaban enterrados en el vertedero cuya capacidad se encuentra ya a la mitad, según el presidente del Consorcio del Baix Vinalopó, Miguel Ángel Sánchez. Con este ritmo de colmatado, la previsión es que en 2030, año en el que Elche aspira a convertirse en Capital Verde Europea, se necesite otro basurero porque el vertedero actual estará completamente lleno.

Mientras tanto, las instalaciones que alberga la sierra ilicitana donde llevan sus basuras una decena de municipios (Elche, Santa Pola, Crevillent, Aspe, Novelda, Monforte del Cid, Hondón de las Nieves, Hondón de los Frailes, Algueña, la Romana, y excepcionalmente Bigastro y Torrevieja) están tratando de aumentar los niveles de reutilización de los residuos que van al contenedor gris. Desde 2020 hasta ahora gracias a las diferentes obras de modernización de la planta que se han ido acometiendo, se ha pasado de enterrar el 74% de la facción resto a un 47%, según el presidente del Consorcio de residuos.

Reducir este porcentaje es una obligación cada vez más necesaria teniendo en cuenta que a partir enero del próximo año la ley estatal de residuos penaliza con el pago de 30 euros por cada tonelada que no se recicle.

Ese gravamen va a traducirse en un desembolso de 2,9 millones de euros que van a tener que hacer frente los diez municipios que llevan sus basuras a las instalaciones ilicitanas, según el presidente del Consorcio del Baix Vinalopó, siendo Elche la localidad que más tendrá que abonar (1,5 millones de euros) por la previsión de los desperdicios que enterrará. Así lo ha presupuestado en las cuentas de 2023 recientemente aprobadas.

Mejoras

La última modernización en la planta, que ha culminado hace unos días, se ha centrado en las citas que conducen las bolsas de basura, con el fin de mejorar el filtrado de metales y de plásticos para su reciclaje.

Los trabajos han durado una semana y media, tal y como indica el también diputado de Medio Ambiente, lo que ha obligado a acumular la basura en un foso mientras la planta de tratamiento de residuos estaba inactiva. La medida también impidió que temporalmente Torrevieja y Bigastro llevaran sus basuras hasta Elche.

«Todo lo que estamos acometiendo está relacionado con la economía circular y la apuesta por aumentar la reutilización, ya que cuanto mejor se traten los residuos menos cantidad va a parar al vertedero», explica Miguel Ángel Sánchez.

La macoreforma

Si bien, fue hace cuatro años cuando las instalaciones se sometieron a su reforma más importante, con 18 millones de euros de inversión para cumplir las legislaciones valencianas y europea. Una de esas tecnologías que incorporó el recinto situado en la partida de Vallongas, fue, por ejemplo, un sistema de láseres ópticos para separar los desperdicios con mayor precisión, cuando antes esta tarea la habían realizado de forma manual operarios. Los ecologistas, sin embargo, ildaron la actuación de «una obra irresponsable que no sirve para acabar con los graves problemas de gestión de los residuos de la comarca».

Tras las mejoras acometidas este año, el consorcio está preparando el proyecto para poner en marcha una planta de tratamiento de residuo CSR que convertirá los restos de basura no reciclable en combustible dirigidos a las cementeras.