PSOE y Compromís de Elche rechazan criticar a Puig por el Tajo-Segura y reprobar a la ministra de Transición Ecológica

Un grupo de regantes acude al pleno y el alcalde se tiene que ausentar para sumarse a la comitiva en la inauguración del AVE Madrid-Murcia

Una votación en el pleno de Elche de este lunes

Una votación en el pleno de Elche de este lunes / Tony Sevilla

Los votos en contra del equipo de gobierno de PSOE y Compromís evitaron que en el pleno extraordinario de Elche de este lunes el Ayuntamiento y su Corporación Municipal rechazaran, de forma rotunda, la abstención del Consell en la votación acaecida en la reunión del Consejo Nacional del Agua (celebrada el pasado mes de noviembre) con respecto a los caudales ecológicos del Tajo; acordar la reprobación de la Ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, por promover tan lesiva resolución; y elevar este rechazo tanto al Consell como al Ministerio de Transición Ecológica.

El pleno extraordinario, impulsado por el PP, se dirimió después de que se impusiera el voto de calidad de la alcaldesa accidental, María José Martínez, puesto que el alcalde, Carlos González, tuvo que ausentarse de la sesión para sumarse a la comitiva, como máximo representante del municipio ilicitano, en la inauguración del AVE Madrid-Murcia. También asistieron un grupo de regantes que quisieron asistir en primera línea al debate político municipal sobre este asunto.

“De descalabro en descalabro hídrico”, calificaba el edil no adscrito Eduardo García-Ontiveros al principio del debate, quien indicaba que desde un punto de vista ambiental no se justifica ese incremento de los caudales en detrimento de los cultivos alicantinos.

Eva Crisol, de Cs, indicaba que muchos de los que nos gobiernan se olvidan de la solidaridad entre tierras, mientras que Aurora Rodil, de Vox, señalaba que era el momento de mostrar la posición independientemente de las siglas políticas ante esta “ignominia”, y también confesaba que no esperaba nada de los socialistas. "Unidad sí con la justicia, con los regantes, con el Tajo-Segura, con la solidaridad de los pueblos”, agregaba.

Desde las filas del PSOE se recriminó al PP que se le reprochara al alcalde socialista hace 18 años, cuando era diputado nacional, lo que votó con respecto al Ebro. “Cansa ya que traigan el tema del agua para crear guerra, para dividir”, añadía el portavoz socialista Héctor Díez. La solución pasa por el hecho de que las desaladoras sean más competitivas y baje el precio; que en Madrid invierta en regenerar sus agua; y también que los pueblos ribereños del Tajo rieguen de forma eficiente y no malgasten, como ocurre en Murcia, Almería y aquí, vino a decir el socialista.

“No podemos tener unidad con un traidor”, replicaron desde las filas del PP refiriéndose a Pedro Sánchez y su política hídrica, y reiteraron que los socialistas perderán las próximas elecciones “por cómo han abandonado a los regantes con el silencio cómplice de Puig”.

Héctor Díez defendió entonces que durante la etapa de Mariano Rajoy se trasvasaron más de 800 hectómetros cúbicos, mientras que con Pedro Sánchez esa cifra está por encima del millar. Pablo Ruz quiso matizar luego a Díez que la situación hídrica en esta última etapa era desastrosa, además de existir una ley que limitaba más trasvases.

Finalmente, el pleno no aprobó el punto del orden del día de este pleno extraordinario pese a votar toda la oposición a favor y con la ausencia del alcalde socialista.