La junta rectora de Santa María urge a Cultura que apruebe el Plan Director para restaurar la basílica

El documento cumple medio año atascado en la Conselleria y sin su visto bueno la junta rectora no puede redactar proyectos ni recabar fondos

El estado de las baldosas de la plaza del Congreso Eucarístico y las vallas colocadas el sábado. | A.FAJARDO

El estado de las baldosas de la plaza del Congreso Eucarístico y las vallas colocadas el sábado. | A.FAJARDO / a.fajardo

A. Fajardo

A. Fajardo

Santa María va a cumplir medio año a la espera de que la Conselleria de Cultura apruebe su Plan Director para poder empezar a acometer la restauración del templo del Misteri, cuya necesidad se hace cada vez más evidente hasta haber llegado a generar una preocupación y sensibilidad vecinal que hizo saltar las alarmas el pasado fin de semana.

La basílica de Santa María con redes y el cono donde se originó el agujero en la plaza. | ÁXEL ÁLVAREZ

La basílica de Santa María con redes y el cono donde se originó el agujero en la plaza. | ÁXEL ÁLVAREZ / a.fajardo

Sin el visto bueno del Consell, la junta rectora de la basílica no puede recabar financiación pública para empezar a rehabilitar un edificio que aquel complejo diagnóstico, presentado en julio, cifró en 6,9 millones de euros.

Al margen de la propia Basílica y de la diócesis Orihuela-Alicante, que mostró la predisposición a trabajar por la mejora del inmueble, la junta rectora también considera vital la colaboración de la Diputación, así como el apoyo del Ministerio de Cultura, el Ayuntamiento y la Generalitat.

Ante la espera demasiado larga para contar con la validación del gobierno valenciano, el Obispado acaba de dirigirse a la administración autonómica para tratar de acelerar la maquinaria que permita invertir en las zonas más urgentes de la iglesia mayor de la ciudad.

El objetivo de su rector, Ángel Bonavía, es poner en marcha cuanto antes el Plan Director y empezar a redactar los proyectos necesarios con tal de ahorrar tiempo, mientras se logra la pertinente aprobación de la Conselleria.

Por fases en 10 años

La intención es poder reparar fase a fase las zonas más degradadas en un plazo de diez años, tal y como estableció el documento que está atascado en Cultura, y que sirvió para corroborar que las cubiertas y las fachadas son las áreas que más urgen una intervención.

Desde este otoño han sido varios los episodios que han evidenciado el deterioro que sufre la basílica. La caída de cascotes en la calle de la Fira donde está la puerta del Resucitado obligó a poner redes a pocos días de que comenzaran las representaciones del Misteri.

Las mallas de protección de diez metros de largo se colocaron también en los contrafuertes que dan a la plaza del Congreso Eucarístico, donde ha vuelto a quedar patente que no solo la basílica precisa de una profunda rehabilitación, sino también el pavimento de toda la plaza, «invadido» por grietas y agujeros. Un deterioro que precipitó que el sábado por la noche la Policía Local tuviera que colocar vallas por seguridad, hasta que ayer, fueron retiradas tras proceder el Ayuntamiento a realizar una pequeña reparación del socavón.

Agujeros y grietas en la plaza del Congreso Eucarístico

Agujeros y grietas en la plaza del Congreso Eucarístico / INFORMACIÓN

Y es que la restauración de este enclave es competencia del Ayuntamiento y no de la basílica, por lo que la junta rectora de Santa María reclama una remodelación acorde a la importancia que tiene esta plaza para la ciudad. El equipo de gobierno es consciente de ello, pero por el momento no hay ninguna intervención prevista a corto plazo.

Falsa alarma

La aparición de una piedra gris en el suelo el sábado hizo que saltaran las alarmas en una noche, además, marcada por una concatenación de incidentes. Al parecer, un ciudadano preocupado llamó a la Policía Local advirtiendo de una posible y nueva caída de cascotes en Santa María, según relató a este diario Ángel Bonavía. Acto seguido, los agentes se desplazaron hasta las inmediaciones del templo y se dispusieron a acordonar la zona y colocar vallas por precaución.

Ante esta nueva estampa de la basílica, el sábado por la noche y el domingo las críticas por la falta de atención y de protección del patrimonio ilicitano corrieron por las redes sociales.

Sin embargo, la alarma generada nada tenía que ver con lo que había sucedido. «Cuando el domingo por la mañana vimos que la piedra que había en el suelo era gris, inmediatamente, nos dimos cuenta de que no pertenecía a la fachada, sino al suelo que está muy deteriorado», aseguró Bonavía. Y es que el cascote que todavía permanecía allí tirado procedía de una baldosa que se había desquebrajado y había dejado un agujero en mitad de la plaza.

El susto que se vivió en el templo ilicitano por otro posible desprendimiento coincidió con un incidente en el concierto que la basílica estaba acogiendo el sábado por la noche. Y es que, el músico que estaba tocando el órgano en aquel momento sufrió una indisposición y tuvo que detener el recital. La llegada de la ambulancia para asistir al organista y de la Policía Local por la falsa alarma de los cascotes fue casi paralela.