El mal estado de la plaza del Congreso Eucarístico desata la alarma en Elche

La junta rectora de la basílica reclama la rehabilitación del pavimento que está lleno de grietas y de agujeros

La basílica vallada a primera hora de este lunes

La basílica vallada a primera hora de este lunes / INFORMACIÓN

A. Fajardo

A. Fajardo

Parte de la basílica de Santa María se ha vuelto a ver rodeada de vallas durante este fin de semana. Esta vez ha ocurrido en la puerta del órgano, pero nada ha tenido que ver con la caída de cascotes que sufre el templo del Misteri de forma periódica. Detrás de estas medidas de seguridad está el mal estado de la plaza del Congreso Eucarístico y una concatenación de incidentes que ha mantenido en vilo a la junta rectora del inmueble religioso en las últimas horas.

La aparición de una piedra gris en el suelo el sábado por la noche hizo que saltaran las alarmas. Al parecer, un ciudadano preocupado llamó a la Policía Local advirtiendo de una posible y nueva caída de cascotes en Santa María, según relató a este diario Ángel Bonavía, rector de la basílica. Acto seguido, los agentes se desplazaron hasta las inmediaciones del templo y se dispusieron a acordonar la zona y colocar vallas por precaución. El lugar coincidía con el mismo punto de la fachada donde en octubre, a las las puertas de las representaciones de otoño del Misteri, se tuvo que recurrir a ampliar el número de redes en el inmueble religioso, por nuevos desprendimientos.

Ante esta nueva estampa de la basílica, el sábado por la noche y el domingo las críticas por la falta de atención y de protección del patrimonio ilicitano corrieron por las redes sociales.

Las vallas colocadas frente a Santa María

Las vallas colocadas frente a Santa María / INFORMACIÓN

Otra realidad

Sin embargo, la alarma generada nada tenía que ver con lo que había sucedido. "Cuando el domingo por la mañana vimos que la piedra que había en el suelo era gris, inmediatamente, nos dimos cuenta de que no pertenecía a la fachada, sino al suelo que está muy deteriorado", aseguró Bonavía. Y es que el cascote que todavía permanecía allí en el suelo procedía de una baldosa que se había desquebrajado y había dejado un agujero en mitad de la plaza.

La baldosa de la plaza del Congreso Eucarístico agujereada y con las vallas tiradas por el viento

La baldosa de la plaza del Congreso Eucarístico agujereada y con las vallas tiradas por el viento / INFORMACIÓN

"Rápidamente llamamos al Ayuntamiento para que se llevara las vallas y para que reparara el socavón", añadió el rector de la basílica. Y así, a mitad de la mañana de este lunes, operarios municipales han acudido a la zona a retirarlas y a cubrir el agujero, donde ahora hay un cono por precaución.

La basílica, ya sin vallas y con un cono en el lugar donde se ha producido el agujero

La basílica, ya sin vallas y con un cono en el lugar donde se ha producido el agujero / AXEL ÁLVAREZ

Este episodio ha vuelto a poner en evidencia que no solo el inmueble urge de una rehabilitación, sino también la emblemática y concurrida plaza ilicitana. Sin embargo, la restauración de este enclave es competencia del Ayuntamiento y no de la basílica, por lo que la junta rectora reclama una reparación acorde a la importancia que tiene este lugar para la ciudad.

Y es que los agujeros, grietas y socavones se extienden desde hace años por toda la plaza.

El colmo

El "colmo" de lo ocurrido este fin de semana y el susto que se vivió en el templo ilicitano por otro posible desprendimiento coincidió con un incidente en el concierto que la basílica estaba acogiendo el sábado por la noche. Y es que, el músico que estaba tocando el órgano en aquel momento sufrió una indisposición y tuvo que detener el recital para ser asistido por una ambulancia que se lo llevó al hospital. Al acabar forzosamente el concierto, los asistentes y el rector de la basílica se encontraron paralelamente con los efectivos de la Policía Local colocando las vallas por una caída de cascotes que nunca existió.