Las cosas de palacio van despacio

La Conselleria de Cultura tiene en «estudio» el expediente para elevar la protección de las Clarisas y el plan director para rehabilitar Santa María desde hace ya medio año

El convento de las Clarisas de propiedad municipal desde hace casi una década. | ANTONIO AMORÓS

El convento de las Clarisas de propiedad municipal desde hace casi una década. | ANTONIO AMORÓS / A.FAJARDO

A. Fajardo

A. Fajardo

Las cosas de palacio van despacio y las del patrimonio ilicitano también. La Conselleria de Cultura tiene sobre la mesa importantes deberes en estudio desde hace meses que han protagonizado el debate político y social este mandato. Y por ahora, saber cuándo se van a resolver es toda una incógnita. Se trata de la protección del convento de las Clarisas como Bien de Interés Cultural (BIC) y de la aprobación del Plan Director de la basílica de Santa María necesario para la rehabilitación del templo.

La basílica de Santa María, con redes, a la espera de una rehabilitación millonaria. | ÁXEL ÁLVAREZ

La basílica de Santa María, con redes, a la espera de una rehabilitación millonaria. | ÁXEL ÁLVAREZ / A.FAJARDO

Fue hace un año cuando el alcalde, Carlos González, hizo público su plan para sacar de la ruina el edificio que tuvieron las monjas en el centro de la ciudad, vacío desde que es propiedad del Ayuntamiento. Cederlo a una empresa privada para abrir un «hotel cultural» a cambio de costear su rehabilitación. Aquel plan que llevaba orquestándose meses abrió la caja de truenos y propició que particulares, colectivos, sus socios de gobierno, Compromís, y el PP se opusieran a una privatización de La Merced y plantearan destinar fondos públicos para su apertura como espacio cultural.

A partir de ahí, un ilicitano, José Antonio Sáez, presentó ante la administración autonómica una petición argumentada para que procediera a incoar el expediente de declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) para la totalidad del convento. Días después (el 31 de enero), el pleno, a petición del principal partido de la oposición, aprobó una moción en el mismo sentido con tal de aumentar la protección de una joya arquitectónica de la ciudad donde hay techos que se están cayendo.

Proceso largo

Después de seis meses desde que el Ayuntamiento entregara la documentación necesaria, el expediente para lograrlo está siendo revisado por los técnicos de la Dirección General de Cultura y Patrimonio, según confirmaron a este diario desde el departamento autonómico. La Conselleria recordó que la declaración de un BIC es «un proceso largo que requiere de una cuidada documentación que ha de ser tramitada y que debe contar con informes favorables de la abogacía y de varias instituciones consultivas».

En orden de la tramitación es el siguiente: primero Cultura tiene que analizar la información y si está justificada la petición instruye el procedimiento, se publica en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) el inicio de la incoación, se abre el periodo de información pública y se recaba los informes necesarios pertinentes a esa declaración de BIC.La ley de Patrimonio establece necesario dos informes favorables de dos de las instituciones consultivas. Cuando el expediente está concluido se tendrá que elevar al Pleno del Consell para su aprobación definitiva. Desde el inicio del mismo hasta el final pueden pasar 15 meses.

Y es que, de momento Cultura ni siquiera ha incoado el expediente. Para empezar analizar la información, que es el paso en el que se encuentra todo este proceso, fue necesario que el Ayuntamiento enviara un extenso informe a Cultura, algo que el equipo de gobierno realizó el pasado mes de julio, siete meses después de que el pleno mostrara su disposición a dar la máxima protección al edificio más antiguo de la era cristiana de la ciudad.

Para elaborar aquel estudio, Urbanismo tuvo que recurrir a un equipo especializado para dar cuenta sobre el valor que reúne el convento ilicitano merecedor de la declaración BIC.

El hotel

Sin embargo, mientras se trabajaba para conseguir esa máxima protección de las Clarisas, se quedó por el camino el plan del hotel que el alcalde socialista defendió a capa y espada y que tanto él como la directora general de Cultura vieron compatible con un futuro Bien de Interés Cultural siempre que se respetara la esencia del edificio.

El PSOE, ante la falta de apoyos de sus socios, tuvo que aparcar el proyecto de alojamiento hotelero con la vista puesta en reactivarlo en caso de volver a ganar las elecciones y hacerse con una mayoría suficiente. Algo que de ser así y a la vista de lo que está tardando la tramitación en la Conselleria, podría coincidir con esa declaración BIC.

Santa María

Al mismo tiempo, Elche aguarda a que la Conselleria de Cultura dé un paso necesario para conseguir la ansiada rehabilitación de la basílica de Santa María, la iglesia mayor de la ciudad.

El templo ilicitano va a cumplir medio año a la espera de que la Administración autonómica apruebe su Plan Director para poder empezar a acometer la restauración del templo del Misteri, cuya necesidad se hace cada vez más evidente hasta haber llegado a generar una preocupación y sensibilidad vecinal que hizo saltar las alarmas el pasado fin de semana.

Las vallas colocadas en la basílica de Santa María la pasada semana

Las vallas colocadas en la basílica de Santa María la pasada semana / Ana Fajardo

En estudio

Según fuentes de Cultura, ese documento también está siendo estudiado por los servicios técnicos de esta conselleria. Y es que sin el visto bueno del Consell, la junta rectora de la basílica no puede recabar financiación pública para empezar a rehabilitar un edificio que aquel complejo diagnóstico, presentado en julio, cifró en 6,9 millones de euros.

Ante la espera demasiado larga para contar con la validación del gobierno valenciano, el Obispado acaba de dirigirse a la administración autonómica para tratar de acelerar la maquinaria que permita invertir en las zonas más urgentes de la iglesia mayor de la ciudad. El objetivo de su rector, Ángel Bonavía, es poner en marcha cuanto antes el Plan Director y empezar a redactar los proyectos necesarios con tal de ahorrar tiempo, mientras se logra la pertinente aprobación de la Conselleria.