El pleno de Elche aprobará el lunes la protección de la fachada de El Progreso

Urbanismo asegura estar en la recta final de la tramitación para devolver a la normalidad la plaza de la Constitución y aspira a zanjar este asunto antes de elecciones

Estado del edificio El Progreso

Estado del edificio El Progreso / Matias Segarra

A. Fajardo

A. Fajardo

El Ayuntamiento de Elche aprobará en el pleno del próximo lunes la protección de la fachada de Nuevos Riegos de El Progreso para tratar de dar carpetazo al conflicto en el que se ha visto envuelto este centenario edificio del centro de la ciudad desde hace ya un lustro. Será el "penúltimo" paso, según ha destacado la edil de Urbanismo, Ana Arabid, de una larga y compleja tramitación que el ejecutivo local aspira a zanjar antes de que acabe el mandato, pero que no tiene asegurado si llegará a tiempo por la necesidad de cumplir con los plazos pertinentes. Tras lo mucho que se ha tardado en resolver este quebradero de cabeza, los propietarios están dispuestos a ceder a las directrices de la Conselleria de Cultura con tal de construir.

Por lo pronto, lo que el equipo de gobierno de PSOE y Compromís van a autorizar la semana que viene es la inclusión de la fachada neoclásica en el catálogo de edificios protegidos, tal y como estaba previsto, para cumplir con la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana que obligó a mantener en pie el frontal.

Esta aprobación será provisional, ya que, a partir del lunes tendrán que pasar 45 días para su consulta pública y después volver al pleno para su luz verde definitiva. Paralelamente, la Concejalía de Urbanismo está tramitando el estudio de detalle que permitirá, tras las directrices de la Conselleria de Cultura, que el nuevo edificio que se construya detrás de la fachada (dejando un pasillo de cuatro metros) tenga dos alturas para locales comerciales y otras cuatro más para viviendas, con tal de que éstas puedan construirse sin que la antigua fachada tape las vistas. Respecto al patio interior, éste y su fachada serán protegidos ambientalmente.

Acelerar

Para tratar de acelerar al máximo este asunto, el departamento dirigido por Arabid quiere que ambos procedimientos, la modificación del Plan General definitiva para protección de la fachada y el Estudio de Detalle, se aprueben de manera paralela en un pleno posterior, una vez acaben los plazos. Y es que, en este caso, la Conselleria de Cultura tendrá que volver a pronunciarse, por lo que el ejecutivo local dependerá, en parte, de lo que tarde esta administración para poder llegar a tiempo o no al pleno de abril, el último ordinario del mandato antes de las elecciones del 28 de mayo.

La concejala socialista puso en valor estar en la recta final de la tramitación para acabar con un problema, que tal y como reconoció, tiene sus efectos negativos para el casco histórico de la ciudad. Arabid también recordó el compromiso municipal de hacerse cargo del mantenimiento de la fachada que tiene que protegerse. Sin embargo, no se atrevió a dar plazos de cuándo podrá estar normalizada la plaza de la Constitución. Y es que cuando acabe la parte burocrática que ahora está en marcha, los dueños el edificio tendrán que pedir la licencia de derribo de la antigua sala de venta de agua y el permiso para construir un inmueble detrás de la fachada centenaria que nada tiene que ver al que pretendían levantar hace cinco años.