El Pla se parte en dos por unas obras

La renovación del alcantarillado bloquea la calle Federico García Lorca durante cinco meses y desata las críticas

Las obras de renovación de la red de alcantarillado de la calle Federico García Lorca han implicado que ambas aceras se queden rodeadas por un vallado. | TONY SEVILLA

Las obras de renovación de la red de alcantarillado de la calle Federico García Lorca han implicado que ambas aceras se queden rodeadas por un vallado. | TONY SEVILLA / a.fajardo

A. Fajardo

A. Fajardo

El barrio de El Pla se ha quedado prácticamente partido en dos por unas obras para dar solución al mal estado de la red de alcantarillado. El alcance de los trabajos, cuya duración prevista es de cinco meses, ha hecho que la calle Federico García Lorca, entre Antonio Machado y Calle Pedro Juan Perpiñán, se corte al tráfico. A ello se suma que el vallado que rodea de punta a punta el vial donde se está ejecutando la actuación genere serios problemas a los peatones, sobre todo, a las personas más mayores para cruzar de un lado a otro.

El Pla se parte en dos por obras

El Pla se parte en dos por obras / a.fajardo

El malestar y la preocupación entre vecinos y comerciantes en este punto de la ciudad que está patas arriba se ha desatado ante la falta de pasos peatonales para cruzar de un lado a otro y también ante el corte de toda la calle desde el primer día con la consecuente pérdida de los aparcamientos.

El Pla se parte en dos por obras

El Pla se parte en dos por obras / a.fajardo

El colmo para los conductores llegó este miércoles, al coincidir las obras con la demolición de un edificio en la calle Santa Ana, lo que aumentó las críticas por las dificultades y rodeos que tuvieron que dar los coches para salir del barrio.

El Pla se parte en dos por obras

El Pla se parte en dos por obras / a.fajardo

Desde una panadería, una farmacia, una carnicería, hasta un bar coinciden que sus ventas han caído, en algunos casos un 50%, y eso que las obras empezaron hace apenas dos semanas. «Estamos bloqueados, los pequeños negocios no podemos aguantar en estas condiciones cinco meses», señala el propietario de una cafetería.

Para Jesús, el dueño de un taller de mecánica, trabajar cada día es una «odisea» al tener una valla delante de la puerta de su establecimiento. Como las máquinas no han llegado hasta ese punto de la calle, cada vez que tiene que reparar un vehículo lo entra abriendo y cerrando la malla metálica, todo ello después de tener que haber dejado el coche en la otra calle preparado para cruzar. «Así no se puede trabajar, es un follón para todo», lamenta. Desde una de las boticas afirman que hay muchas personas mayores en el barrio que con su movilidad reducida no pueden permitirse recorrer varias manzanas para cruzar la calle.

Mientras que desde una panadería que lidia cada día con el ruido de las máquinas plantean que se podría haber planificado de otra forma, levantando tramo a tramo y no todos de golpe, para no entorpecer el tráfico y a los vecinos de toda la calle con unas obras que consideran necesarias para el barrio.

Desvíos

El Ayuntamiento y la empresa mixta Aigües d’Elx programaron en seis las fases la actuación para ocasionar las menores molestias posibles al vecindario. Si bien, durante las 24 semanas de trabajos, el tráfico de vehículos desde la calle Antonio Machado hasta la calle Pedro Juan Perpiñán se va a desviar por Hilarión Eslava.

De momento, la obra, que cuenta con un presupuesto de 570.303 euros, está en su fase inicial, con la canalización del colector de residuales desde el cruce de calle Fernanda Santamaría, donde solo se permite el acceso a residentes, hasta cruce con Antonio Machado.