El PSOE de Elche defiende a ultranza que los nombres de 123 vías del barrio de Carrús no dignifican la Guerra Civil, pero cuando la Generalitat le dijo lo contrario, ni alegó

Compromís ha puesto en el Senado el nombre de Elche en el listado de cientos, miles de ayuntamientos que se niegan a eliminar calles con nombres, a veces utilizados, para la exaltación personal o colectiva de la sublevación militar, de la Guerra Civil, del franquismo o la Dictadura. Lo tiene el alcalde tan claro que cuando la Generalitat le acusó de permitirlo, ni recurrió.

El comerciante Olegario Domarco Seller fue fusilado en 1936. Su delito, ser de derechas y militante de la Adoración Nocturna.

El comerciante Olegario Domarco Seller fue fusilado en 1936. Su delito, ser de derechas y militante de la Adoración Nocturna. / AXEL ALVAREZ

M. Alarcón

M. Alarcón

La campaña, iniciada por el portavoz de Compromís en el Senado, Carles Mulet, visible en la web senat.compromis.net, ha conseguido que algunas autoridades se arremanguen a la hora de eliminar de una vez por todas, tras más de 40 años de democracia e incumplimiento de la ley, cientos de espacios dedicados a la gloria del Caudillo, Francisco Franco, «héroes, mártires, sanguinarios militares y rémoras de quienes se sublevaron», lo que llevó a una Guerra Civil, represión y larga dictadura». Pero este no ha sido el caso de Elche, más bien todo lo contrario.

Al alcalde, Carlos González, le habría costado bastante menos disgustos, probablemente, haber accedido a ello pero se negó en redondo colocando todo tipo de argumentos sobre la mesa para llegar a la conclusión de que era más caos el que se iba a formar cambiándolos que dejándolos.Además, ¿quién decía que esos 123 nombres correspondían a franquistas?. A esta pregunta sí se puede contestar porque en el mismo documento justificativo que ha enviado la secretaria de la junta de gobierno, Mariola Galiana, al Senado, y que se puede consultar en internet, se dice que fue la Conselleria de Calidad Democrática, que dirige Rosa Pérez Garijo, de Podem-Izquierda Unida, a través de un decreto de fecha 9 de noviembre de 2022. Y en el mismo documento hay datos interesantes, como que la comisión técnica de la Generalitat había concluido que todas esas vías de Carrús eran «contrarias a la memoria democrática y a la dignidad de las víctimas (por lo) que deben ser retirados o eliminados». O que, de no hacerlo de motu propio podría llegarse a que fuera la propia Conselleria quien lo hiciera, porque así está previsto por el Instituto Valenciano de la Memoria Democrática a través del artículo 39.7 de la Ley de Memoria Democrática y para la Convivencia de la Comunitat Valenciana. 

Es decir, elAyuntamiento sabía que había un expediente en marcha y, según dijo en esa misma junta de gobierno el concejal de Compromís, Felip Sànchez, quien tiene voz pero no voto, y que quedó reflejado por la secretaria en el acta, sobre aquel expediente no se había alegado.Es decir, el Ayuntamiento no había impugnado ni uno solo de esos 123 nombres ni había aportado prueba en contra que impidera a la Conselleria de Calidad Democrática sacar los colores a un ayuntamiento que, excepto cuatro años (2011 a 2015 con Mercedes Alonso) siempre ha sido gobernador por un socialista con o sin apoyos. 

Pueblo pequeño

La lectura de los apellidos de esas 123 calles nos dicen que muchos de los descendientes de aquellas personas son fácilmente reconocibles hoy en día en la ciudad porque este es, como dicen «un pueblo pequeño». Algunos han mostrado su malestar por el hecho de que, teniendo el Ayuntamiento la posibilidad de alegar, no lo hicieran y, al final, la Conselleria haya colocado a esos 123 nombres, a esas 123 vidas, en el mismo saco y, como en botica, habrá de todo. Acudir a la Cátedra Pere Ibarra, y este diario lo ha hecho para este reportaje, hubiera sido esclarecedor. Se descubre que hay algunos murieron en el frente de la Guerra Civil, en el bando nacional, lo que motivó (o no) que hoy en día tengan una calle en la ciudad, de otros no hay datos. Pero aún y así, pese a la evidencia participación en el conflicto, el alcalde negó en su día que «tuvieran relevancia política o social en la Guerra Civil. Se trata de personas sin un perfil probado de participación activa en la represión del régimen franquista, y por tanto sus nombres en el nomenclátor del callejero municipal no constituye una mención conmemorativa de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil, del franquismo o de la dictadura». Quizá ellos nunca llegaron a saber que metidos en las miserias de una guerra sí, al término de ella, serían utilizados para su exaltación. En cualquier caso, el alcalde vino a asegurar grosso modo que la Conselleria de Calidad Democrática se había pasado tres pueblos, aunque el Ayuntamiento no hizo nada para evitar que el expediente continuara su camino

El alcalde Carlos González, quien defiende los nombres de las calles

El alcalde Carlos González, quien defiende los nombres de las calles / AXEL ALVAREZ

En España, a raíz de esta campaña de Compromís se han rebautizado más de 3.000 calles y plazas. El diario también ha constatado que en aquellos años se dieron calles a personas que a día de hoy se desconoce qué méritos sociales hicieron para merecer tal honor. Y cualquier municipio debería saber a quién y por qué se le ha dedicado una vía pública.

Año electoral

En un año electoral como este, donde por no tocar no parece que se vaya a tocar ni la Cruz del Paseo de los Caídos que el equipo de gobierno prometió arrancar por su supuesto pasado franquista -lo que niegan otras fuerzas políticas-, el equipo de gobierno añadió otro argumento de peso para no proceder a ejecutar la petición. Y puede parecer hasta absurdo por ponerlo sobre la mesa si, realmente, el gobierno municipal considera que ni uno de esos 123 nombres merece desaparecer del callejero, pero el regidor lo añadió: «entendemos que el cambio simultáneo de 123 nombres de calles en un barrio supone un trastorno de orden postal, económico y social muy considerable, ya que supone cambiar las referencias geográficas de un barrio de casi 80.000 habitantes, con 32.000 hogares y locales comerciales. Es fácil inferir que la eliminación de estas denominaciones de calles alteraría de manera muy notable la dinámica mercantil, registral y social actualmente existente en el barrio de Carrús, generando un gran impacto social muy perjudicial para los vecinos y las empresas de la zona». 

Reparar heridas

González, en aquella declaración, secundada por la justificación que ha dado al Senado en su contestación, incluía el término«cambio simultáneo» de las 123 calles.Algo que nadie había pedido. Más bien voluntad después de 40 años para reparar vidas y restañar heridas. Y esto probablemente será lo que le pidan, desde sus tumbas, aquellos ilicitanos fallecidos en aquellos difíciles años de la posguerra a los que a día de hoy se les sigue confundiendo con franquistas porque su nombre aparece en la placa de una calle.

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