La reprobación al Gobierno evita un acuerdo del pleno de rechazo al recorte del trasvase en Elche

La política ha evitado un gran acuerdo de unión entre todos los grupos políticos de Elche para rechazar el recorte del trasvase Tajo Segura tras la aprobación por parte del Gobierno central del Plan Hidrológico del Tajo que establece que el caudal ecológico del río irá en aumento progresivamente hasta los 8,65 m3/segundo a partir de 2027 (7 m3/segundo este 2023 y ocho en 2026), lo que supone un recorte a las transferencias al Segura. Pese a estar todos los partidos de acuerdo en el fondo de la cuestión, el rechazo al recorte del trasvase por parte del Gobierno de Pedro Sánchez, se quedaron en lo superficial, pero que tenía un trasfondo político, como es la inclusión en el punto que llevaba el PP al pleno extraordinario de la reprobación al Consejo de Ministros por esa decisión. Y es ahí donde las posturas estuvieron muy enfrentadas. El PSOE y Compromís, que gobiernan en Elche con mayoría, tumbaban la iniciativa del PP. 

Fue una sesión muy tensa, con reproches entre la bancada de la derecha y la de la izquierda en un salón de plenos que se llenó, algo poco habitual, con agricultores y regantes que siguieron con atención el transcurso de la sesión plenaria, que se prolongó durante una hora, y en la que mostraron su disconformidad con el rechazo de socialistas y valencianistas a la reprobación.

El punto único del pleno extraordinario, a propuesta de los populares, era el manifestar el rechazo de la Corporación Municipal al Plan de cuenca del río Tajo, aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 24 de enero, mediante la reprobación a todos los integrantes del Consejo de Ministros presidido por Pedro Sánchez. El punto recibió el apoyo, además del PP, de Cs, Vox y del edil no adscrito Eduardo García-Ontiveros. El PSOE y Compromís rechazaron apoyar la reprobación al ejecutivo central, acusando al PP de "partidista" por llevar la desaprobación del Gobierno mientras que los populares defendieron su postura ante un "recorte ideológico y político". 

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El alcalde, el socialista Carlos González, pidió al final de las intervenciones al portavoz popular, Pablo Ruz, que retirara del punto la reprobación al Consejo de Ministros y que se quedara solo en el rechazo de la corporación al Plan de cuenca del Tajo para contar con el apoyo del grupo socialista y del de Compromís, a lo que se negó el edil popular. El regidor, ante el enfado de las decenas de regantes con su grupo tras la votación, decidió, de manera insólita, tomar la palabra para expresar su rechazo a la decisión del Consejo de Ministros que "consideramos que es negativa para la ciudad y el campo ilicitano y estamos en desacuerdo con cualquier decisión que implique recortar el agua trasvasada, es un posicionamiento solemne", tratando de calmar los ánimos de los agricultores presentes, lo que no logró. Después, se dirigió a ellos y, según explican algunos regantes a este diario, les ha espetado que el PP "os ha utilizado".

Entre los asistentes, se encontraban el presidente de Riegos de Levante, Javier Berenguer, Ángel Urbina, presidente de la Sociedad de Transformación Agraria San Enrique o Pedro Valero de Asaja, entre otros representantes de sindicatos agrarios y comunidades de regantes.

En la sesión, el edil popular Pablo Ruz acusó al PSOE de "abrir la guerra del agua cada vez que gobierna" y que la petición de reprobación al ejecutivo central es para "simbolizar el rechazo al Plan del Tajo", a un "recorte ideológico y político", señaló.

Y reprochó a los socialistas el anteponer los intereses de su partido a los de Elche. "La decisión que se ha adoptado con respecto al plan de cuenca del Tajo es política y ante decisiones políticas hay que adoptar medidas políticas, y lo que venimos a hacer hoy aquí es eso, asumir una decisión política y a ofrecer alternativas, pero también a confrontar con aquellos que nos han perjudicado", dijo el también senador del PP. "No por nosotros, por esta gente buena, que es la gente del Camp d'Elx, que está harta de la guerra del agua", añadió, en valenciano y dirigiéndose al público.

Ruz resaltó que el recorte se ha hecho "sin ningún rigor y sin ninguna justificación", y la decisión adoptada por el Ministerio de Teresa Ribera "es un capricho ideológico de primera magnitud y el Partido Socialista ha votado hoy en contra de la Ley de Memorándum, en contra de la justicia y en contra de los regantes".

El portavoz del PSOE, Héctor Díez, le reprochó que llevara al pleno la reprobación del gobierno de Pedro Sánchez "sin alternativas ni soluciones" y recordó que los socialistas ilicitanos no comparten la decisión del Gobierno central "pero, ¿de qué vale pedir la dimisión de una ministra o reprobar a Pedro Sánchez, eso trae más agua?", criticó.

Por ello, apostó por buscar consensos, seguir reclamando el mantenimiento del trasvase "que es irrenunciable", dijo, y rechazar "cualquier recorte que el Gobierno haga", esté dirigido por el partido que sea. Además, manifestó que el Ayuntamiento se adherirá a todas las acciones judiciales contra la decisión adoptada el pasado mes por el Consejo de Ministros que aprobó el Plan Hidrológico del Tajo, que señala que el caudal ecológico del río irá aumento progresivamente hasta los 8,65 m3/segundo a partir de 2027 (7 m3/segundo este 2023 y ocho en 2026).

Díez añadió que reclamarán las infraestructuras necesarias para compensar el recorte al trasvase, "ya sea regeneración de agua o reducir el coste de la desalada" y apoyará el ejecutivo local acciones complementarias como la que subvencionará una parte del agua de las desaladoras que anunció la Generalitat. "Es la manera de buscar acuerdos, propuestas concretas (...) frente a la política populista y de trinchera de Ayuso, Page y Ruz",señaló, metiendo en el paquete al presidente socialista de Castilla-La Mancha.

Ante estas afirmaciones, Ruz ocupó su turno de intervención en explicar que los caudales que ahora llegan del acueducto pasarán a ser suministrados por desalinizadoras a tres o cuatro veces su precio actual, lo que "es inasumible para quien quiera vivir del campo" y lamentó que estén en riesgo más de 106.000 empleos por el recorte.

El edil popular defendió las políticas hidráulicas llevadas a cabo por su partido y ha sostenido que el caudal ecológico en Aranjuez se ha de quedar como está, en 6 metros cúbicos por segundo. "Si hay problema con la calidad de agua después de Aranjuez que se aborde desde ministerio con las cuencas afluentes", indicó.

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"Unión"

Por su parte, el portavoz de Compromís, Felip Sànchez, criticó que la propuesta del PP tenga "una motivación política, sin transcendencia administrativa" y pidió "unidad y unión" en este asunto para poder alcanzar acuerdos. "Reivindico que se completen las infraestructuras hídricas anunciadas, no podemos estar, por un lado, a cara perro y, por otro lado, apostando por otras soluciones, necesitamos hasta la última gota de agua", manifestó.

Desde la bancada de Cs, la edil Eva María Crisol, reivindicó un "pacto nacional del agua" y reclamó que se implementen más medidas que permitan llevar agua a las cuencas deficitarias. "Pero el Gobierno de España mira para otro lado, se le da la espalda al Levante", lamentó la concejala.

La edil de Vox, Aurora Rodil, vaticinó que "miles de personas se quedarán sin empleo y el Levante y España perderán riqueza social y soberanía alimentaria". Rodil pidió al gobierno local "contundencia" ante el ejecutivo de Pedro Sánchez porque "ya no sirven medias tintas ni tirones de orejas".

Y puso de manifiesto la postura de su partido de que se elabore un plan hidrológico nacional. "Los responsables de este desatino e injusticia tienen que renunciar, al igual que los de la ley del 'solo sí es sí, todas esas aberraciones de un gobierno con Pedro Sánchez al que solo le gusta mirarse en el espejo", censuró. Y ha apostado por "crear más embalses".

El concejal no adscrito, Eduardo García-Ontiveros, indicó que las desaladoras "no es la solución ni ahora ni en el futuro" y también reivindicó un acuerdo nacional por el agua.

Insultos

El pleno tuvo que ser interrumpido en un par de momentos por el alcalde cuando el portavoz socialista, Héctor Díez, hacía uso de su turno y tras escucharse algunos insultos como "subnormales" o "traidores" por parte de alguien del público, que no ha secundado el resto. Unos insultos que han reprochado los ediles socialistas mientras que Carlos González pedía calma al público. Los regantes también censuraron a quienes insultaron.

El momento más tenso se vivió cuando el edil socialista leía algunas manifestaciones del líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, en las que, entre otras, señalaba que "la cuenca cedente siempre tiene que ser prioritaria" o reprochaba que se haya evitado hablar del trasvase en la 26ª Intermunicipal del PP este fin de semana en València. Los murmullos desde el público fueron acallados por el alcalde ilicitano.

Críticas de los regantes

Héctor Díez, precisamente, ha señalado que el memorándum que reclamaba Pablo Ruz "ha quedado desfasado" y "han pasado unos cuantos años y sentencias judiciales del Supremo que han tumbado varios artículos del Real Decreto 1/2016 del Plan Hidrológico del Tajo", para defender que era necesario revisar plan. Aludía a una serie de "hitos judiciales" que obligaban a tomar decisiones en el Tajo-Segura.

Unas manifestaciones que han sido criticadas por Ángel Urbina, actual presidente de la Sociedad de Transformación Agraria San Enrique, quien fue uno de los redactores, precisamente, del memorándum Tajo-Segura. Urbina ha tachado de "falsedad" las declaraciones de Díez respecto a este documento y rechaza que esté obsoleto. "Contempla distintas leyes aprobadas en el Congreso de los Diputados y el Senado que dicta cómo hay que trabajar y actualmente se está aplicando y si va a venir agua este mes es porque se está aplicando", ha manifestado.

Además, ha querido aclarar que cuando se redactó el memorándum "lo del caudal ecológico no existía en Europa y desde el año 50 en Aranjuez para poder trasvasar era condición que hubiera un caudal mínimo ambiental de 6 m3/segundo", lo que se ha ido cumpliendo. "Buscando tres pies al gato para cargarse el trasvase, que es lo que quieren, hicieron un recurso al Tribunal Supremo diciendo que el Tajo no tenía caudales ecológicos y no los tenía en algunos sitios, pero sí en Aranjuez, y el Supremo dijo que había que ponerlos donde no estuvieran, pero sin poner cantidad", explica. "El memorándum es de los tratados hidráulicos más medioambientales de Europa", zanja.

Por su parte, Héctor Díez ha insistido a este diario en la veracidad de sus afirmaciones recordando que el Supremo tumbó los artículos del Plan del Tajo por no incluir los caudales ecológicos de todas las masas de agua del río, solo de una docena. "Son datos totalmente objetivos, ahí están las sentencias que insisten en que había que fijar los caudales ecológicos". Sobre sus palabras de que el memorándum estaba "desfasado" defiende que es una "opinión dentro del debate político".