Elche

Los sanitarios aprenden a plantar cara a pacientes violentos

El Colegio de Médicos de Alicante ofrece en el centro de salud de Altabix un taller en colaboración de la Policía Nacional para que profesionales sepan defenderse ante el creciente número de agresiones verbales y físicas, sobre todo en Atención Primaria

Un momento del taller de prevención y medidas de autoprotección contra las agresiones a sanitarios este viernes en Elche

Un momento del taller de prevención y medidas de autoprotección contra las agresiones a sanitarios este viernes en Elche / Matias Segarra

J. R. Esquinas

J. R. Esquinas

Los sanitarios han pasado de ser aplaudidos desde el balcón de casa, por la predisposición en la pandemia de coronavirus, a sufrir cada vez más situaciones intimidatorias por pacientes que les profieren insultos o llegan incluso a las manos cuando no les dispensan lo que quieren.

Ante esta tendencia al alza, el colegio de Médicos de Alicante está preparando a los profesionales a defenderse en caso de que tengan que enfrentarse alguna vez a un capítulo de estas características. Precisamente este viernes, aprovechando la conmemoración del Día europeo contra las agresiones a profesionales sanitarios, la institución ha organizado en el centro de salud de Altabix un taller práctico de prevención y medidas de protección.

Taller práctico

Allí agentes de la Policía Nacional han dado pautas ante una treintena de profesionales sanitarios, la mayoría mujeres, para que la víctima sepa defenderse, no se quede paralizada y tenga herramientas para que los compañeros la asistan. Álvaro Dorado, inspector, junto a otros compañeros de la unidad de prevención de la Policía Nacional, ha recreado una escena en la que un paciente empieza a subir el tono pidiendo una medicación que no necesita. La agresividad sube de nivel hasta el punto que el usuario llega a amenazar con un arma blanca a la doctora. Ante este supuesto, los agentes han recomendado evitar que haya elementos punzantes encima de la mesa del consultorio, y tratar de dar aviso rápidamente a seguridad, si la hubiese, o a compañeros.

Magdalena García y Marimar Verdú trabajan en la unidad de psiquiatría del Hospital General de Elche. Ambas reconocen que nunca han tenido que enfrentarse a una situación violenta. Reconocen que nunca habían recibido una sesión de este estilo y entienden que es importante en el departamento al que pertenecen, "que requiere tener una formación por lo menos mínima para saber defenderte y tener confianza".

El inspector de la Policía Nacional Álvaro Dorado, da las claves a sanitarios para defenderse ante un capítulo de violencia

El inspector de la Policía Nacional Álvaro Dorado, da las claves a sanitarios para defenderse ante un capítulo de violencia / Matias Segarra

Tolerancia cero

La misión con el encuentro ha sido reclamar tolerancia cero con los agresores, que suelen ser reincidentes, y también incentivar que los sanitarios aprendan a pedir ayuda y denuncien. Hay que tener en cuenta que Alicante es la tercera provincia en la que más denuncias se tramitaron el pasado año, notificándose 16, seis más que el año anterior, mientras el ranking de agresiones lo encabezan Málaga y Sevilla con 32 y 23 casos, respectivamente.

Por otra parte, el colegio no ha elegido el lugar del encuentro al azar, ya que la gran mayoría de las agresiones se producen en la Atención Primaria. "Queremos que vean que estamos aquí para ayudarles a crear un clima laboral de seguridad, que cuenten con nosotros, porque el silencio no es una opción", ha apuntado el inspector José del Castillo, que ejerce como Interlocutor entre la policía y los sanitarios. Al hilo, sostiene que no se trata de preparar a los médicos para la autodefensa y entrar en disputa con pacientes "si no minimizar efectos de una agresión y saber reaccionar".

Perder el miedo a denunciar

Olga Puig Pinós, subinspectora de la Policía Nacional, también ha remarcado que suele darse el caso de que las víctimas no denuncien porque creen que no servirá de nada, por lo que piden desde la Comisaría de Alicante que pierdan el miedo a denunciar "porque si no se conocen los hechos no se pueden poner recursos".

El encuentro ha estado apoyado por la comisaría de Alicante y Elche, con la presencia del comisario Pedro Montore, así como por el sindicato médico y la Conselleria de Sanidad, que tenía como representante a Carlos de Gregorio Bernardo, director de Atención Primaria, que ha remarcado que se ha detectado cierto repunte de violencia y que la pandemia no ha ayudado. Entiende que estos problemas se podrán ir minimizando conforme también lo hagan las cargas asistenciales.

Schwarz Chávarri, presidente del Colegio de Médicos, ha apuntado que la mayoría de estos capítulos se dan en la sanidad pública y entiende que puede estar relacionado con las expectativa de los pacientes o que tengan un tiempo mayor de espera que dispare la crispación. Aún y así, espera que estos insultos dejen de pasar desapercibidos y se pongan en conocimiento de las autoridades para evitar que haya pacientes reincidentes.

Más recursos

Aprovechando la efeméride, desde la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios, FSS CCOO PV reclaman a la administración medidas más efectivas y contundentes que protejan al personal, al mismo tiempo que animan también a los profesionales a denunciar cualquier acto de violencia.

Desde los sindicatos apuntan que un 17% de las personas que han agredido a un profesional sanitario en España es reincidente, según los últimos datos de la Policía Nacional.

Reiteran que las agresiones verbales pueden ser igual de dañinas que las físicas, y también deben denunciarse. "Los insultos y amenazas no denunciados hoy, podrían convertirse en una agresión más grave mañana. La mejor forma de predecir la conducta futura, es la conducta pasada".

Simulación de una situación de violencia de un paciente hacia un sanitario en un consultorio médico

Simulación de una situación de violencia de un paciente hacia un sanitario en un consultorio médico / Matias Segarra

Proponen que paralelamente a las denuncias, la administración debería intensificar las campañas y actuaciones destinadas a concienciar y evitar este tipo de violencia para proteger la salud del personal.

Entienden que este tipo de agresiones conllevan consecuencias graves sobre la persona trabajadora, "con un impacto de eficiencia y efectividad en los sistemas de salud, afectando negativamente a la calidad de la asistencia que se presta". Por ello sostienen que la dificultad de abordar este problema exige un enfoque integral con coordinación entre las distintas administraciones, fuerzas y cuerpos de seguridad y centros sanitarios.