Declarado culpable de asestar 24 puñaladas a su casero en Elche

La Fiscalía solicita 12 años de prisión tras el veredicto del jurado popular que lo declara autor material de los hechos

Una imagen de la primera jornada del juicio por el crimen en Elche

Una imagen de la primera jornada del juicio por el crimen en Elche / P.Cerrrada

Un jurado popular ha declarado a última hora de este jueves culpable de un delito de homicidio a un vecino de Elche que asestó 24 puñaladas a su casero, con el que compartía un piso en el barrio de Carrús. En la vivienda había una tercera persona conviviendo, una mujer, que ha sido testigo en el juicio que ha tenido lugar a lo largo de esta semana en la sección VII de la Audiencia y que la defensa ha colocado durante el proceso como pieza clave porque consideraba que actuó para evitar que el casero la agrediera con un cuchillo. Los hechos ocurrieron el 25 de octubre de 2021 y el relato de los hechos es espeluznante porque el acusado y la mujer tras el crimen volvieron a la vivienda con una tercera persona y llegaron a comer en el inmueble mientras que la víctima estaba en otra habitación. Llegaron a mover el cuerpo para llevarse cosas de un armario y estuvieron consumiendo drogas durante las dos jornadas siguientes hasta que, finalmente, se derrumbó y decidió confesar lo ocurrido.

La Fiscalía solicitó tras escuchar el veredicto una condena de 12 años de cárcel para el procesado, quien permanecía en prisión desde su arresto hace dos años. Una hermana de la víctima ejerce la acusación particular en el proceso. La única modificación sobre la pena inicialmente solicitada por el Ministerio Público, que en el escrito de acusación solicitaba trece años de cárcel, era que se tuviera en cuenta una atenuante analógica de confesión, algo que declaró probado el jurado popular.

Ciudad de la Justicia de Elche, donde ha tenido lugar el juicio

Ciudad de la Justicia de Elche, donde ha tenido lugar el juicio / INFORMACIÓN

Propietario del inmueble

La víctima tenía 54 años y era el propietario de un inmueble en la calle Carlos Antón Pastor, en el populoso barrio ilicitano. En el piso tenía dos habitaciones alquiladas. Una de ellas a un trabajador de la construcción, al ya condenado. La madrugada de los hechos asestó hasta 24 puñaladas para defender a la muchacha de una supuesta agresión por parte del propietario de la vivienda. En su declaración llegó a asegurar que esta a gritos en mitad de la noche, le pidió ayuda y que él, al entrar en la habitación, observó cómo estaba el agresor abalanzado sobre la muchacha blandiendo un cuchillo de sierra. No lo dudó y, siempre según su versión, cogió otro cuchillo que había en la habitación, de casi 20 centímetros de hoja y acabó con la vida del casero. En su declaración durante la vista aseguró que no sabía lo que hacía, que él no es una persona violenta y que actuó sin pensarlo para defender a la muchacha. El jurado popular no se lo ha creído a tenor de la declaración de culpabilidad emitida.

Horas posteriores al crimen

Quizá por lo que sucedió los dos días siguientes, hechos que aparecen perfectamente narrados en el escrito de acusación del fiscal. Primeramente, ni se plantearon llamar a una ambulancia porque era evidente que estaba muerto. Tanto en las horas posteriores al crimen como al día siguiente, el acusado y la inquilina consumieron heroína para «evadirse» y acudieron a la casa donde ocurrió el crimen para recoger la ropa de ella en compañía de otro amigo.

Además tuvo que mover el cadáver porque no se podía abrir la puerta del armario y luego comieron los tres en la casa con el cuerpo del dueño en la habitación. Mientras estaban en la vivienda sonó el móvil del fallecido y el acusado cogió el teléfono y cree que se lo dio a la mujer para venderlo. También avisó a su jefe y tras contarle lo que había hecho, que había matado a otro hombre, pidió la baja voluntaria en la empresa.