Tercer lugar para los viejos contenedores de Elche

El Ayuntamiento busca otra parcela menos visible para almacenar depósitos de basura que retira antes de mandarlos a la chatarra

Contenedores de basura almacenados a espaldas de una nave de la Ronda Oeste. | TONY SEVILLA/ANTONIO AMORÓS

Contenedores de basura almacenados a espaldas de una nave de la Ronda Oeste. | TONY SEVILLA/ANTONIO AMORÓS / a.fajardo

A. Fajardo

A. Fajardo

La acumulación de viejos contenedores de basura se ha convertido en inevitable en Elche. Tras mandar a la chatarra un millar de depósitos que se amontonaban en el polígono de Carrús, el Ayuntamiento ha encontrado un lugar nuevo para seguir almacenando los que retira de las calles y de los caminos del municipio.

Tercer lugar para los viejos contenedores

Tercer lugar para los viejos contenedores / a.fajardo

Tanto metálicos como de plásticos varias hileras con decenas de unidades se concentran desde hace semanas en una calle paralela a la Ronda Oeste (Ecuador) y al barranco de los Arcos. Es la tercera ubicación que ha tenido que buscar la Concejalía de Limpieza para realizar esta práctica, habitual desde la entrada en funcionamiento del nuevo servicio hace dos años, debido a las quejas que ha venido recibiendo por la mala imagen que genera el «cementerio de contenedores», pero también por malos olores.

Tras despejar el Camino del Pantano, a las puertas del Palmeral de Elche y la parcela próxima al puente del Bimi·lenari, el instituto Severo Ochoa y el Centro de Desarrollo Empresarial, el departamento municipal ha optado por una zona más escondida, a la espaldas de una nave industrial y una estación de servicio. La intención del ejecutivo local es ocasionar las menores molestias, conscientes de la inquietud que se generó por los anteriores emplazamientos.

¿Por qué se guardan?

La razón que ha venido dando el equipo de gobierno para justificar este cúmulo de contenedores en una parcela pública es que tienen que cribarse en un solar transitorio cuando se sacan de la calle los que están en peor estado. Según el edil de Limpieza, Héctor Díez, el proceso que han seguido es el siguiente: los que son reparables, se arreglan, se limpian y se trasladan al parque de maquinaria para ser reutilizados y los que han agotado su vida útil se van retirando, como ha ocurrido con el achatarramiento del pasado mes de noviembre.

De hecho, para librarse de los depósitos que van a seguir acumulándose en la actual parcela, el ejecutivo local plantea seguir realizando más subastas porque con la nueva contrata de limpieza se ha fijado la renovación de 200 unidades al año hasta 2031.

La última operación que realizó el Ayuntamiento para acabar con los cientos de depósitos de residuos que tenía almacenados supuso 30.000 euros. El precio fue lo de menos, lo que más costó fueron los trámites para poder efectuar una subasta que necesita de un informe de patrimonio para contabilizar cuántos contenedores hay. Tras adjudicar el achatarramiento y dar una solución temporal a la concentración de los viejos depósitos de basura, el concejal de Limpieza destacó la necesidad de tener un lugar transitorio para almacenarlos porque eso ha permitido reparar 300 unidades y volverlas a utilizar en un municipio donde al año se pierden 80 contenedores por accidentes de tráfico o incendios.

En su primer año de servicio, la concesionaria del contrato de limpieza renovó más de 2.000 contenedores en los barrios y las pedanías. Carrús y El Pla fueron las primeras zonas del núcleo urbano en estrenar un servicio que tiene que ir llegando a todos los barrios y pedanías del término municipal.