Clínicas veterinarias viven una odisea para contratar por la competencia extranjera

La provincia de Alicante tiene más veterinarios que la media europea pero muchos pretenden emigrar a Irlanda, UK y Francia donde el oficio está mejor valorado - Opositar o virar a la industria farmacéutica, otras salidas

Un veterinario vacuna a un perro en una clínica, en imagen de archivo

Un veterinario vacuna a un perro en una clínica, en imagen de archivo / PERALES IBORRA

J. R. Esquinas

J. R. Esquinas

Clínicas veterinarias de la provincia de Alicante detectan que cada vez es más complicado contratar a profesionales e incluso algunas llegan a dilatar procesos selectivos por falta de aspirantes.

El problema, aunque es profundo y generalizado a nivel nacional, no está en que no haya especialistas, porque hay más veterinarios por millón de habitantes que en la media europea, si no en que una buena parte de los recién graduados cada vez se ven más seducidos por virar a sectores como el farmacéutico o al público, aunque las plazas son mínimas, o directamente buscar una oportunidad laboral en Reino Unido, Irlanda o Francia.

En estos países la figura del veterinario está mejor valorada y el salario llega a duplicarse o incluso triplicarse, según las continuas ofertas de empleo que publican clínicas de estos países en varios portales.

Facultades

Y precisamente para preparar en este escenario incluso las facultades están dando herramientas. Por ejemplo la Universidad CEU Cardenal Herrera de València, una de las dos facultades donde sólo se puede estudiar Veterinaria en la Comunidad, se ofrece a un tercio de los alumnos estudiar el grado en inglés y al otro tercio en francés con la mira puesta en salir del país cuando acabe la formación, relata Gonzalo Moreno del Val, presidente del colegio de Veterinarios de Alicante (Icoval).

A nivel nacional hay 15 facultades de Veterinaria (10 públicas y cinco privadas) y se dispusieron en el pasado curso 1.848 plazas, 400 más que en 2014, lo que según el colegio multiplica por cuatro la media europea.

"Saturado"

La Universidad CEU y la Católica de València aglutinan más de 400 plazas, casi a la par que Madrid y más que otra región e incluso que países al completo como Francia. En base a estos datos, desde el colegio alertan de que «el sector está saturado» y «producimos más veterinarios de los que necesitamos», por lo que ven que esta tendencia precariza más al gremio.

Al hilo, critican que se da una gran contradicción. «Esta es una de las carreras más caras, por las que se invierten 10.000 euros al año para formar un veterinario», lo que redunda en que «todos invertimos en esos profesionales con esperanza de que revierta en España pero estamos exportándoles, dándoles gratis veterinarios a otros países», critica Moreno del Val.

A la cola

Desde el colegio promueven mejores condiciones del colectivo, aunque pese a haberse elaborado un convenio nacional y subirse la remuneración a los 1.300 euros netos de media, esta retribución sigue estando a la cola de otras profesiones sanitarias que cobran un 66% más.

Veterinarios tratando a un can en una clínica veterinaria

Veterinarios tratando a un can en una clínica veterinaria / VICENT M PASTOR

«Es más fácil encontrar un unicornio que un veterinario», asiente irónicamente Noemí Navas, gerente de Más que Mascotas. La profesional confiesa que si volviera atrás no volvería a ser veterinaria a pesar de que lleva 20 años como tal, debido al grado de agotamiento.

Ofertas

Explica que recientemente necesitaban contratar un veterinario y tras poner la oferta en múltiples plataformas sólo respondieron tres candidatos: uno de Extremadura, otro de Tenerife y un veterinario senior alicantino de 62 años, al que finalmente contrataron por la experiencia, pese a que le faltan pocos años para la jubilación.

En este sentido, reprueba que se estén promoviendo «cursitos» para formarse en auxiliar de veterinaria, perfil que más les llega en lugar de licenciados y graduados.

Javier Morián, veterinario de Cuatro Patas de Elche, narra que cuesta mucho llegar a tener condiciones mínimas y que en las facultades no se explica verdaderamente lo complicado que es desenvolverse. La baja remuneración, sumada al estrés y los horarios juegan en contra del colectivo ya que se animan al autoempleo, por lo que estos años se ha bregado desde el colegio para que no hubiera exceso de clínicas con tal de garantizar plantillas estables en cada una de ellas.

En la provincia hay 328 centros veterinarios aunque hace un lustro el pico llegó a los 337. Si bien, el colegio indica que se están mejorando prestaciones con más consultorios convertidos en clínicas habilitadas para hacer intervenciones quirúrgicas, así como hospitales.

Angustia emocional: Amor por los animales pero no por amor al arte

En los últimos años ha aumentado el número de mascotas por familias (un can por cada cinco habitantes) y es común encontrar colas en algunas clínicas para llevar al perro, al gato y a cualquier otro animal de compañía.

Los profesionales corren de un lado para otro haciendo intensas jornadas que incluso se llegan a alargar hasta la madrugada cuando hacen guardias. Hay estudios que dicen que el 75% de los veterinarios podrían padecer el «síndrome de angustia emocional», un agotamiento derivado del estrés por la situación de precariedad, horas de trabajo, urgencias, y casos complejos de gestionar. A ello se suma que es una asistencia privada que parte de la población no termina de valorar por el coste que les supone. j.r.e.