Los vendedores del Mercado Central exigen a Ruz que cumpla y les devuelva al centro de Elche

Los placeros del Mercado Central de Elche, ubicados desde hace ocho años y de manera «provisional» en la ladera del río, en la avenida de las Comunitat Valenciana, reclaman al previsible nuevo alcalde, Pablo Ruz, y en definitiva al nuevo equipo de gobierno, que formarían PP y Vox, que se retome, en líneas generales, el proyecto que se firmó en su día con la empresa Aparcisa cuando la popular Mercedes Alonso era alcaldesa. Es decir, cuanto menos un complejo de abastos moderno, que vuelva a ocupar su ubicación original, entre las plazas de las Flores y de la Fruita, y que cuente, por supuesto, con aparcamiento subterráneo. 

Los placeros rompen su silencio: "Nos sentimos marionetas de un juego político"

Mericel Trotta, portavoz de los vendedores, apunta que ahora es como «volver a empezar de nuevo». Con un nuevo gobierno en puertas, los placeros esperan que el nuevo ejecutivo ilicitano se reúna próximamente con ellos. 

«Durante la campaña electoral no hemos querido posicionarnos», aclara Trotta, en el sentido de que no querían influir ni tampoco ser utilizados como arma arrojadiza entre los distintos partidos en lid. Pero ahora, terminadas las elecciones locales, quieren escuchar qué les dice el nuevo gobierno ilicitano y, sobre todo, ver la solución a un problema que lleva encallado desde incluso cuando Alejandro Soler era alcalde entre 2007 y 2011.

El PP asegura que recuperará el proyecto del mercado central en el centro con parking subterráneo

En este sentido los minoristas van a ir en la línea de reivindicar el contrato firmado pocos meses antes de las elecciones de 2015 con Aparcisa. Este contrato, no obstante, se rompió por parte del actual equipo de gobierno progresista.

El 28 de abril de 2021 el Consell Jurídic Consultiu emitió un dictamen en el que, según informó el Ayuntamiento, se establecía que era procentede acordar la resolución del contrato, sin derecho a indemnización.

«En el dictamen se establece con nitidez que la ejecución del proyecto hubiera producido de forma cierta una grave lesión al interés público. En resumen, el dictamen establecía que la resolución del contrato planteada por el Ayuntamiento es ajustada a derecho y nace de la obligación legal que tiene la institución de proteger su patrimonio», indicaba el 20 de mayo de ese mismo año el alcalde Carlos González, quien añadía que «ante este dictamen, y no existiendo la posibilidad legal de modificar el contrato, la junta local ha adoptado el acuerdo de desestimar las alegaciones de Aparcisa y resolver el contrato».

El mercado ha sido uno de los elementos más polémicos desde hace más de 15 años. Ni el PSOE-Compromís ni el PP han conseguido desbloquear una situación que no ha hecho más que soliviantar a parte de los que aquí trabajan o trabajaban, pero también a una parte de los vecinos de la zona y de los clientes.

Dentro de la izquierda se está a favor de proteger estructuralmente el inmueble, pero también de transformarlo y, sobre todo, de evitar a toda costa abrir un parking subterráneo en pleno centro dentro del planteamiento general de seguir avanzando para hacer la zona más peatonal y libre de coches. 

El actual bipartito apostaba por un mercado gastronómico para 2025 y había sacado a concurso el proyecto de reforma del edificio de abastos actualmente clausurado.

El PP ya dijo en febrero que paralizaría la solución si llegaba a la Alcaldía. Desde el PP apuestan por rehabilitar el inmueble y compaginar tanto la actividad de los placeros como de la hostelería, además de reabrir un parking subterráneo de la plaza de las Flores que se clausuró por filtraciones hace décadas.

Mientras, en el programa electoral de Vox tan solo se recoge: «Resolveremos la situación del Mercado Central», sin entrar en más detalles.

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