El futuro servicio psicológico para jóvenes de Elche ayudará a enfrentar el bullying y prevenir el suicidio

Cinco empresas concurren al recurso municipal que irá dirigido a menores de 30 y que plantea sesiones grupales y con familiares

Un niño apartado en el recreo de un colegio, en imagen de archivo

Un niño apartado en el recreo de un colegio, en imagen de archivo / AXEL ALVAREZ

J. R. Esquinas

J. R. Esquinas

El futuro servicio municipal de atención psicológica a jóvenes de Elche y a sus familias tratará de ayudar a superar situaciones como acoso escolar e incluso a prevenir el suicidio. Cinco empresas han optado a este contrato que tendría una duración de un año con posibilidad de otras tres prórrogas anuales con un montante que superaría los 329.000 euros. En estos momentos las propuestas están en fase de valoración antes de la adjudicación definitiva. 

Este servicio de prevención e intervención en salud mental, promovido desde la concejalía de Juventud, irá dirigido a menores de edad y jóvenes hasta 30 años y ofrecerá sesiones en grupo, al menos una por semana, e incluso con la familia, así como talleres y tertulias desde l’Escorxador y centros juveniles del término municipal. De igual forma, se harán intervenciones en institutos. 

El abordaje pretenderá reducir ciertas tasas como la de fracaso escolar, la exclusión social, la inadaptación psicosocial, el absentismo escolar, adicciones y problemas familiares, tal y como se desprende del pliego técnico. 

Marga Antón, edil del área en funciones, explica que este recurso es esencial y más después de la pandemia de coronavirus, cuando se vio que los jóvenes eran un colectivo muy afectado a nivel psicológico por los efectos de la crisis sanitaria. 

Estigma

Con este recurso se pretende evitar la estigmatización de los diferentes trastornos mentales, y prevenir problemas psicológicos y conductas de riesgo entre los adolescentes, como podría ser autolesionarse o intentar suicidarse. Por ello se ofrecerá una formación en materia de salud mental y afectivo-sexual. 

Otra de las patas será trabajar con aquellos jóvenes que tengan una imagen de su cuerpo negativa, ya que hay mayor riesgo de que desarrollen depresión, trastornos de conducta alimentaria y otros problemas de salud mental. 

El proyecto tendrá dos fases. En la primera se detectarán las necesidades de los participantes para después pasar a la intervención. El programa estará desarrollado por cinco profesionales, entre los que habría un coordinador que podrá ser psicólogo o psiquiatra, así como terapeutas ocupacionales o educadores sociales. El equipo deberá elaborar informes mensuales para hacer seguimiento del trabajo.