Derrota en Elche con la cabeza alta

Mal hará el PSOE en deprimirse por perder la alcaldía cuando ha mejorado resultados y ni siquiera la suma de Compromís-Podemos le habría valido; el problema puede ser otro

M. Alarcón

M. Alarcón

El PSOE de Elche puede ver el resultado de este domingo como una derrota o como una oportunidad, lo que no debería es deprimirse ni ponerse a buscar culpables. De hecho, la convocatoria de Elecciones Generales para el 23 de julio le debe hacer ver que desde ya debe pensar en el mañana. Ni 24 horas ha tenido para lamerse las heridas. A Carlos González no se le puede juzgar, ni su partido ni la ciudad, por el resultado de este domingo sino por sus ocho años de gestión. No ha sido este 28M el que lo ha echado de la Alcaldía.

Con altibajos y formas de entender la ciudad que igual no han convencido a todos pero siempre desde un prisma perfectamente defendibles, desde sus opiniones personales y políticos y pensando que hacía lo mejor. Rescató el gobierno municipal en 2015 y en las dos municipales últimas, en 2019 y 2023, ha ido mejorando resultados, lo que no le ha dado este domingo para reeditar la Alcaldía porque quizá la gestión de las calles, de la Policía, de los parques o de las fiestas se vea más en clave nacional que local.

La sede desierta del PSOE de Elche el pasado domingo cuando se veía venir la pérdida de la Alcaldía

La sede desierta del PSOE de Elche el pasado domingo cuando se veía venir la pérdida de la Alcaldía / Matias Segarra

Ayuso y Pedro Sánchez

Que Isabel Díaz Ayuso haga una aparición en televisión o que Pedro Sánchez anuncie una ley de Alquiler quizá tenga más repercusión en lo que ha pasado en Elche este domingo que la propia gestión. Ello no oculta que se podían haber hecho las cosas distintas, haber mantenido un talante mucho más crítico con otras administraciones -que a la sazón eran amigas- o que repitiera en la lista algún concejal que había hecho méritos sobrados para desaparecer. Pero no es este un momento de reproches. Los socialistas tenían sin duda el mejor aval que podían presentar: el de Carlos González, un regidor reconocible con el que tuvo que tragar saliva la ejecutiva socialista porque el partido decidió presentar sí o sí a los alcaldes. En cualquier caso los socialistas se han quedado lejos, muy lejos de las dos fórmulas que tenían para gobernar.

Derrota en Elche con la cabeza alta

Derrota en Elche con la cabeza alta

6.172 votos

El PSOE se quedó el domingo a 6.172 votos de obtener 13 concejales, lo que le habría dado la mayoría para revalidar la Alcaldía sumados al edil que obtuvo Compromís. Una distancia muy importante porque habría necesitado pasar del 38,66% de porcentaje de votos que obtuvo a un 43,4%. Los socialistas fueron la fuerza más respaldada el 28M con casi 1.500 votos sobre el PP (43.543 por 42.068), aunque estos al final se llevarán el gato al agua gracias a un más que previsible pacto entre Pablo Ruz (11 ediles) y Aurora Rodil (Vox, tres concejales).

Sufragios y gestión

Si nos atenemos al resultado electoral tampoco han sufrido los socialistas el lógico desgaste que supone ocho años de gobierno. Subieron en votos y en porcentaje; es decir, mejoraron resultados y eso es que ha convencido a más ilicitanos con su gestión. Lograron 6.200 sufragios más que en las municipales de 2019 pasando de un 36,79% a un 38,66% del electorado, pero se quedaron con los mismos concejales que hace cuatro años, con 12. En privado, González esperaba llegar a 13 en la jornada electoral, aunque en público él ha hablado siempre de mayoría absoluta, 14. Y lo decía porque Compromís, con sus disputas internas, podía pagarlo en las urnas con una pérdida de representación, como así fue.

El partido nacionalista cerró la noche perdiendo un concejal y quedándose en 6.174 apoyos, un 5,48%. Ha caído con respecto a 2019 un punto porcentual y algo más de 400 votos porque entonces obtuvo 6.598. En Elche, el 28M subió el número de votantes en seis puntos, desde un 59,9% a un 66%, pero Compromís fue la única fuerza que retrocedió en porcentaje y votos entre los que ahora tienen representación.

Altibajos y sorpresas en la votación del 28M

Fue un recuento con muy pocos altibajos o sorpresas. Prácticamente desde que se alcanzó el 30% de votos escrutados las posiciones se fueron definiendo muy claras, con un PSOE que encabezaba la votación con 12 ediles, pero que en ningún momento alcanzó un porcentaje que le abrigara la esperanza de un decimotercer edil. Con un PP que fue a su rebufo en votos toda la noche, con 11 ediles, y lo que fue decisivo: Vox. Estuvo muy afianzada la formación que encabeza Rodil en un porcentaje de votos por encima del 11,4% que le permitió prácticamente duplicarlo (venían de un 5,93%) como también el número de ciudadanos que apostaron por ellos en las urnas: 6.024 en 2019 por 12.860 el pasado domingo, aunque se quedó lejos de un cuarto concejal, edil que le habría quitado al PSOE. El PP ganó dos concejales y es la fuerza que más ha crecido en Elche después de tocar fondo en 2019, cuando sumó 28.735 y un 27,71%, porque ha pasado a ganar más de 14.000 votos hasta los 42.060. Ha crecido en un 50% en votantes y en 10% porcentuales sobre el total de electores porque alcanza el 37,35%.

El exalcalde Diego Macià saluda a Carlos González tras la decepción electoral del 28M en Elche

El exalcalde Diego Macià saluda a Carlos González tras la decepción electoral del 28M en Elche / Matias Segarra

La alianza imposible

La pregunta ahora de si una coalición Compromís+Unidas Podemos hubiera mantenido a un alcalde de izquierdas en Elche ya tiene contestación: no. Los 2.405 votos que ha obtenido la formación morada, que le suponen perder prácticamente la mitad de los que obtuvo en 2019 (4.660), sí habrían valido para que Marian Campello obtuviera su puesto en el plenario pero lo hubiera sido a costa del número 12 del PSOE de Elche. Es decir, la suma seguiría siendo 13 (11+2) entre los socialistas y la coalición de las izquierdas por los 14 de PP y Vox (11+3).

Pero hay que mirar todo el proceso de Primarias que desembocó en que el 14 de marzo Compromís anunciara que no habría un Guanyar en Elche con Unidas, como sí lo ha habido en otras localidades, para entender quizá por qué el partido nacionalista sigue perdiendo votos desde que en 2015 superara los 12.000 sufragios y cuatro concejales.

Cuarto puesto de la lista

Casi 1.700 personas de las 2.700 que votaron en aquellas primarias de febrero eligieron a Esther Díez como candidata, lo que llevó a forzar la negociación con los morados al punto de ofrecerles solo el cuarto puesto de la lista, lo que ellos rechazaron. Quizá ese día Díez ganó la batalla interna pero nadie duda que esos 40 días de proceso electoral interno supusieron un enorme desgaste a ojos vista de sus fieles votantes. No olvidemos que parte de una campaña se levanta desde el descrédito al rival. Ahora quizá hayan pagado en las urnas aquel proceso intestino de votación en las urnas porque es el único partido de los que participarán en la nueva corporación que lo hace perdiendo apoyos y porcentaje de votos. Y quizá de haber llegado a un acuerdo con Podemos a finales del pasado año no habrían sido los propios electores de Compromís los que hubieran castigado a su partido o quizá sí, pero eso ya nunca lo sabremos. Lo que sabemos es que el PP gobernará en Elche y es difícil encontrar culpables.