El Hospital del Vinalopó implanta con éxito el marcapasos sin cables más pequeño del mundo

El dispositivo, un 93% más reducido que uno convencional, es el primero inalámbrico que pone el centro hospitalario ilicitano

El estimulador cardíaco, que mide 2,5 centímetros y pesa 2 gramos, se ha colocado a un paciente de 51 años con una técnica poco invasiva

El jefe de Cardiología, Carlos de Diego, el gerente, Rafael Carrasco, y el cardiólogo Luis González, con el equipo de Arritmias y de Cardiología del Hospital del Vinalopó.

El jefe de Cardiología, Carlos de Diego, el gerente, Rafael Carrasco, y el cardiólogo Luis González, con el equipo de Arritmias y de Cardiología del Hospital del Vinalopó. / Antonio Amorós

Rubén Míguez

Rubén Míguez

El Hospital Universitario del Vinalopó de Elche ha implantado con éxito un marcapasos sin cables. Se convierte así en el primer centro hospitalario ilicitano y el segundo de la provincia, junto al Hospital General de Alicante, en realizar este tipo de intervenciones.

Se trata de un dispositivo en forma de «comprimido», el más pequeño del mundo (mide solo 2,5 centímetros y pesa 2 gramos), que elimina las complicaciones relacionadas con la manipulación de los cables para su conexión con el corazón a través de las venas.

Además, es un 93% más pequeño que un marcapasos convencional y supone una mejora por la eliminación del bolsillo subcutáneo donde se deposita el generador de los estimuladores cardíacos tradicionales. 

El doctor Luis González sostiene el pequeño marcapasos con el catéter y radiografía tras implantarse a la derecha. | INFORMACIÓN

El doctor Luis González sostiene el pequeño marcapasos con el catéter durante la intervención. / Información

La Unidad de Electrofisiología y Arritmias del Hospital del Vinalopó, gestionado por el grupo sanitario Ribera, ha implantado con éxito este primer dispositivo a un paciente de 51 años intervenido de dos valvulopatías por cirugía cardíaca y que, tras la intervención, requirió un implante de un marcapasos. «Nos decidimos a implantar el dispositivo sin cables para evitar cualquier daño a la válvula tricúspide que había sido operada», explica el doctor Luis González, responsable de esta unidad.

Tras la intervención, el paciente fue dado de alta a las 48 horas en perfecto estado de salud.

Sin cicatrices ni abultamientos

Los beneficios de implantar un marcapasos inalámbrico frente al tradicional son muchos. Se trata de un implante por catéter, sin dolor y con una recuperación muy rápida. Se realiza con una técnica poco invasiva por lo que el resultado es un menor número de complicaciones en las intervenciones, al evitar infecciones, y el paciente tiene una percepción positiva ya que apenas recae en que lleva implantado un dispositivo miniaturizado y sin cable alguno.

Además, incrementa la satisfacción del paciente porque no deja cicatrices ni abultamientos bajo la piel. Se prevé que los estimuladores cardíacos sin cables puedan sustituir a los convencionales en un futuro no muy lejano. Se prevé que los marcapasos sin cables sustituyan a los convencionales en un futuro no muy lejano.

El pequeño marcapasos se coloca a través de un catéter que se introduce por una vena de la ingle, la femoral. El médico guía la pequeña cápsula que se ancla en el endocardio ventricular mediante cuatro púas autoexpandibles. Tras agarrarse, se extrae el catéter.

El dispositivo tiene una batería interna con una duración de entre 8 y 13 años, y cuando se agota se puede colocar otro dispositivo. «Una de las ventajas es que evita las infecciones que se pueden dar con los convencionales al tener que hacer una incisión para colocar el generador debajo de la piel, que después lo suturas, pero se pueden generar infecciones si no se ha esterilizado bien la piel», explica González. Además, los cables se pueden romper.

El paciente al que se le ha implantado tenía la válvula tricúspide reparada «y si le metemos muchos cables puedes dañarla», añade.

El Hospital del Vinalopó implanta con éxito un diminuto marcapasos sin cables

Radiografía tras implantarse el marcapasos sin cables a la derecha de la imagen. | INFORMACIÓN / rubénmíguez

En España se implantan al año más de 40.000 marcapasos por problemas de ritmo cardíaco. Los marcapasos sin cables, como el instalado en el Hospital del Vinalopó, están actualmente indicados para arritmias lentas, no para quienes necesiten un dispositivo de insuficiencia cardíaca. «Es una alternativa óptima e ideal para casos seleccionados, según las indicaciones europeas actuales», aclara el doctor.

Así, es recomendable implantarlos en personas que han tenido infecciones previas al ponerles un marcapasos convencional, que no tengan buenos accesos venosos para el implante, con venas tapadas u ocluidas, o en casos en los que haya riesgo de dañar con los cables la válvula tricúspide.

Impulsos

Los marcapasos son unos dispositivos implantables utilizados para el tratamiento de personas con determinadas alteraciones del ritmo cardíaco. Manda impulsos desde el generador al corazón para que se contraiga con una frecuencia mínima establecida por el médico.

Recibe información desde el corazón al generador y detecta si el órgano late por sí mismo para inhibirse en ese caso y no enviar estímulos, ahorrando batería y alargando la vida del sistema. «Para colocarlo, es necesaria una intervención quirúrgica que consiste en implantar un generador de impulsos eléctricos, una pila o batería, y un cable-electrodo endovenoso. Un extremo del electrodo se coloca en la pared interna del corazón y el otro se conecta al generador», explica González.

El equipo del Hospital del Vinalopó, que ha logrado el hito, en la Unidad de Cuidados Intensivos del centro hospitalario.

El equipo del Hospital del Vinalopó, que ha logrado el hito, en la Unidad de Cuidados Intensivos del centro hospitalario. / Antonio Amorós

Los marcapasos convencionales requieren que el médico haga una incisión quirúrgica en el pecho, donde asienta el marcapasos en un bolsillo que se forma bajo la piel, de forma permanente. Posteriormente, el médico implanta los cables del marcapasos a través de las venas, hasta alcanzar el corazón.

Sin bolsillo

En el caso de los marcapasos sin cables, al colocarse directamente en el corazón sin la necesidad de un bolsillo quirúrgico ni de cables de estimulación, se reduce el riesgo de complicaciones. Este dispositivo, diseñado por Medtronic, compañía especializada en tecnología sanitaria, tiene un volumen de tan solo 0,8 centímetros cúbicos.

Está compuesto de un generador de impulsos que incluye una batería y un electrodo que envía impulsos al corazón cuando reconoce un problema con el ritmo cardíaco y dispone de unas patitas que sirven para anclarlo a la pared del ventrículo derecho.

El marcapasos sin cables ofrece una opción mínimamente invasiva, ya que se implanta a través de la vena femoral con un catéter dirigible, que drena en la vena cava inferior que, a su vez, drena dentro de la aurícula derecha.

El catéter se pasa entonces desde allí a la tricúspide hasta que se suelta, al dar a un botón, en la zona medio apical del ventrículo derecho. De esta manera, no son necesarios ni el bolsillo quirúrgico ni los cables, lo que reduce la incidencia global de complicaciones en cerca del 50%. 

El equipo en el quirófano donde se llevó a cabo la operación.

El equipo en el quirófano donde se llevó a cabo la operación. / Antonio Amorós

El dispositivo sabe cuándo debe ponerse en marcha. «Tiene una circuitería que detecta y estimula, está vigilando y, cuando falla el pulso cardíaco del paciente, el aparato da impulsos y evita que la persona que lo lleva pierda el conocimiento o, en el peor de los casos, muera», indica el responsable de la Unidad de Electrofisiología y Arritmias, que cuenta con un equipo muy joven y muy preparado.