24 años llevando la lectura por carretera en Elche

El encargado del bibliobús de Elche, Gonzalo Martínez, se jubila y narra la evolución de un servicio clave para asegurar la cultura en el extrarradio

El conductor del bibliobús con el primer vehículo hace más de dos décadas

El conductor del bibliobús con el primer vehículo hace más de dos décadas / INFORMACIÓN

J. R. Esquinas

J. R. Esquinas

Gonzalo Martínez es de esas personas que siempre tienen un semblante risueño porque el hecho de ayudar a los demás, por pequeña que haya sido su contribución, le llena. El aspense ha dedicado 24 años de su vida a llevar la lectura por barrios y pedanías de Elche, particularmente a zonas de difícil acceso a la cultura.

El hasta hace semanas bibliotecario y conductor del bibliobús ilicitano, el único de gestión municipal en toda la Comunidad Valenciana, ha anunciado la jubilación. Usuarios le han regalado desde marcapáginas hasta un bibliobús hecho de cartón en señal de agradecimiento. Deja en el recuerdo un gran legado sobre este servicio imprescindible para algunos todavía, a pesar de que el volumen de préstamos ha ido bajando progresivamente a la misma velocidad que internet y las redes sociales han ido captando más nuestra atención.

Gonzalo Martínez en los inicios de su actividad como bibliotecario y conductor del primer bibliobús en funcionamiento en Elche.  | INFORMACIÓN

Gonzalo Martínez en los inicios de su actividad como bibliotecario y conductor del primer bibliobús en funcionamiento en Elche. | INFORMACIÓN / j.r.esquinas

Con el tiempo, el bibliobús, que lleva el nombre de Manuel Segarra, ha ido desplazándose a las pedanías tras ir abriéndose bibliotecas en barrios como Altabix y Carrús, y se anotan unos 450 usuarios promedio mensuales.

Facilitar entretenimiento

Lo que más le satisface es que gracias al trabajo realizado ha podido facilitar a los usuarios entretenimiento, conocimientos y diversión, y ha tenido la suerte de apreciar «cómo se enciende en los niños la curiosidad». Explica que en este oficio ha llegado a acercarse al papel de un asesor para resolver las dudas a «personas que buscan lecturas para poder salir de la depresión y aumentar la autoestima o salir del aburrimiento».

Refiere que en otros casos, por ejemplo, le han pedido recomendaciones de «lecturas vitales cuando van a empezar un tratamiento contra el cáncer». Se lleva algunos lazos de amistad con usuarios, porque, manifiesta, «es una actividad que te enriquece como persona».

Martínez recuerda cómo se adentró en este oficio, que le vino en cierto modo por casualidad. En los comienzos de su vida laboral, ejerció como auxiliar administrativo en una empresa mayorista de pescado congelado o como almacenista. Luis Navarro, su antecesor al frente del bibliobús, había aprobado una oposición de técnico de biblioteca y dejaba el puesto con lo que lo relevó al tener carnet para conducir el vehículo y era licenciado en Geografía e Historia. La oportunidad le llegó después de haberse presentado en el 1993 a una oposición de bibliotecario en su tierra natal.

El bibliotecario aspense hace dos décadas.  | INFORMACIÓN

El bibliotecario aspense hace dos décadas. | INFORMACIÓN / j.r.esquinas

Historia

El primer vehículo se puso en funcionamiento en 1978, llegó en los inicios a ser conducido por bomberos y era cedido por el Ministerio de Cultura. Gonzalo narra los grandes avances del servicio, que sobre todo se dieron por el cambio de autobús en 2003, tras las constantes averías. Ese nuevo medio para transportar infinidad de colecciones tenía mayor longitud y llevaba un generador para producir corriente, aunque hace un lustro se incorporaron placas solares para hacerlo más sostenible.

El préstamo, manual con fichas, pasó en 2007 a informatizarse y después de contar con un servicio de teléfono con contestador automático para anotar las peticiones de los usuarios se cambió hace unos años a un teléfono móvil con servicio de WhatsApp.

El exbibliotecario, que además es cronista oficial de Aspe, cuenta que a partir de ahora va a dedicar más tiempo a la investigación histórica y, en lugar de ir sobre cuatro ruedas, lo hará sobre dos porque es gran amante de la bicicleta.

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