El bipartito compra el edificio de El Progreso y retranqueará la fachada
El inmueble se destinará a dependencias municipales; el interior se derribará y se volverá a construir de nuevo; y en abril se hizo una modificación presupuestaria por un millón de euros que permitiría la adquisición

Héctor Fuentes
Compraventa del edificio tras alcanzar un acuerdo con los dueños, retranqueo de la fachada pero de forma que se conserve, aunque el interior se derribará y se hará de nueva planta, y dependencias municipales allí, una vez que finalicen las obras. Ésa es la receta con la que el bipartito de PP y Vox quiere desencallar siete años después el problema en el que se había convertido el edificio de El Progreso, en la plaza de la Constitución, en pleno centro de Elche, y apuntalado todo este tiempo.

El alcalde, Pablo Ruz, este lunes, con su equipo, junto a la fachada de El Progreso. / Héctor Fuentes
Otra solución
El propio alcalde, Pablo Ruz, ya había dejado claro prácticamente desde el momento en el que asumió la vara de mando que quería buscar otra salida distinta a la que pactaron la Conselleria de Cultura, el Ayuntamiento y la propiedad. Se oponía a que la fachada de la Sala de Venta de Agua que la Generalitat ordenó que se protegiera se convirtiera en una especie de Puerta de Alcalá, fuera de alineación, y con un edificio de nueva construcción detrás.
Satisfacción
Sin embargo, no ha sido hasta este lunes cuando el regidor ilicitano, acompañado por su Ejecutivo -tanto los ediles del PP como los de Vox- y con una cara de satisfacción difícil de ocultar, ha anunciado qué pasos se van a dar con el polémico inmueble. Lo hacía justo en el receso del pleno municipal frente al edificio, y justificaba la premura en el informe firmado por la Dirección Territorial de Cultura y Deporte de Alicante que se recibió el pasado viernes a las 11.25 horas, y en el que se da el plácet a los planes del Gobierno local.

El alcalde, Pablo Ruz, este lunes, con su equipo, junto a la fachada de El Progreso. / Héctor Fuentes
El informe
El documento en cuestión recoge que "el Ayuntamiento de Elche se plantea la posibilidad de retranquear la alineación de la fachada del inmueble denominado Sala de Venta de Agua en la plaza de la Constitución. La nueva posibilidad, que conlleva la modificación puntual de la alineación, nace al ofrecerse la opción de adquirir el inmueble objeto de este informe y destinarlo a usos públicos, amén de distintas prioridades en materia de competencia municipal como la ordenación del tráfico de vehículos y personas en las vías urbanas, la ordenación, gestión, ejecución y disciplina urbanística, etc.".
Núcleo Histórico Tradicional
A partir de ahí, el escrito deja claro que este tema ya se ve afectado por los cambios que introduce el Plan Simplifica del Consell, aprobado el pasado mes de julio para aligerar los trámites burocráticos, y que el edificio no está inscrito en ninguna de las categorías contempladas en el Inventario General del Patrimonio Cultural Valenciano, y tampoco el planeamiento vigente en Elche ni la propuesta de modificación planteada otorgan a la edificación ninguna de las categorías tutelares de la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano. Eso sí, está en el denominado Núcleo Histórico Tradicional con la categoría de Bien de Relevancia Local.
Luz verde
Con estos puntos de partida, desde la Dirección Territorial de Cultura y Deporte de Alicante sostienen que "nada parece obstar la materialización de la intervención propuesta siempre que quede debida y documentalmente justificada su contribución a la mejor conservación del ámbito, así como se mantengan los valores arquitectónicos y de memoria colectiva que atesora el edificio, incorporando el inmueble a usos activos y adecuados a su naturaleza, todo ello a fin de promover el interés social en su conservación y restauración".
El informe, no en vano, indica que "el ordenamiento vigente favorece las medidas que contribuyan a la mejor conservación del núcleo, o la incorporación de nuevos usos que ayuden a su revitalización social permitiendo que el Ayuntamiento apruebe una modificación de alineaciones, siempre proporcionales y que satisfagan el requisito de venir justificadas en su contribución garantizando su solvencia técnica".

El edificio de Riegos El Progreso, en Elche, desde el interior. / Diario Información
Catálogo de Protecciones
En cualquier caso, el documento también le hace un recordatorio -casi un reproche- al Ayuntamiento de Elche: "El mejor instrumento para la satisfacción de todas las anteriores exigencias en la legislación vigente aplicable, integrando las mismas en una visión global dando coherencia al conjunto y al futuro desarrollo urbano, es el Catálogo de Protecciones", sentencia. Hasta el punto de que incluso le dice al bipartito que la Conselleria de Cultura cuenta con línea de subvenciones y puede asistir técnicamente a los municipios en este cometido.
"Histórico"
Informes al margen, y como suele ser habitual en sus discursos, Ruz tachó de "histórico" este momento -y ya van unos cuantos según él, a juzgar por sus intervenciones, a lo largo de este mandato-, con un anuncio que defendió que "va a cambiar la ciudad". Todo en el marco de una comparecencia en la que atribuyó todo el mérito al edil de Estrategia Urbana, Francisco Soler, tras mucho trabajo, esfuerzo y negociaciones, como se encargó de resaltar el alcalde, y en la que no dejó desaprovechar la ocasión para culpar al anterior equipo de gobierno de que se enquistara el problema con un planteamiento que, además, no beneficiaba a la ciudad.

El edificio de El Progreso, apuntalado. / Matías Segarra
"Rentable"
Mientras, Soler justificó esta compra, además de por la solución que se le encuentra a una situación en puerto muerto desde hace siete años, en el hecho de que "el Ayuntamiento está pagando muchos alquileres", y subrayó que es una operación "rentable" para las arcas municipales por eso mismo.
En cuanto al importe de la operación, se limitó a decir que ya está incluido en los presupuestos de este año, pero que, sea como fuere, la cifra final se dará a conocer en su momento, cuando la adquisición esté completada, aunque en abril se hizo una modificación presupuestaria por un millón de euros que permitiría la compra. El coste de la recuperación del edificio entrará en las cuentas del próximo año.
Modificación del Plan General
En paralelo, el Ejecutivo tendrá que volver a tramitar una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), en la línea de lo que se hizo en su día con el Mercado Central, en este caso, para que tenga cabida el retranqueo de la fachada. En cuanto a los plazos, Soler apuntó que en menos de un año podría comenzar la ejecución. Todo partiendo de la base de que los primeros pasos son la compraventa en sí y el cambio del Plan General, tras lo que llegará la demolición del edificio, el montaje de la fachada con su alineación con el resto de construcciones y la reurbanización de la calle situada en pleno centro de Elche.
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