Elche esconde «temporalmente» su arte

La colocación de unas letras «gigantes» de la ciudad delante de la escultura «Geografía de la memoria» de Eutiquio Estirado causa malestar, pero el gobierno municipal asegura que la inminente reforma de las plazas del Congreso Eucarístico y del Palau dará el relieve que se merece al monumento

Un monumento a las letras de "Elche" tapa la escultura de Eutiquio Estirado en la plaza del Palau

Un monumento a las letras de "Elche" tapa la escultura de Eutiquio Estirado en la plaza del Palau / MATÍAS SEGARRA

Visto filosóficamente, lo ocurrido en torno a la escultura «Geografía de la memoria» de la plaza del Palau podría considerarse una metáfora de cómo las redes sociales y todo lo que las envuelve están cambiando el mundo. Al menos, la percepción que tenemos del mismo. O incluso, afinando, de cómo han variado los criterios, baremos o patrones que definen nuestras preferencias. Hoy es más importante el selfie que te hiciste cuando visitaste El Prado -denota un áurea cultural en tu personalidad- que reconocer la calidad en el uso expresivo de la luz y la sombra que demostraba Goya en sus pinturas. 

En fin... El caso es que la instalación de las letras que componen el sustantivo propio «Elche» en la citada zona ha levantado cierto revuelo porque «tapa» o «esconde» una escultura inaugurada hace ya 17 años, que homenajea a la mujer, y que fue creada por un reconocido artista de la ciudad, Eutiquio Estirado. Incluso algunas quejas son del propio escultor. Eso sí, ha sido este periódico el que se ha puesto en contacto con él para consultarle su opinión, nunca al contrario.

Según fuentes municipales, las letras de la ciudad se pusieron allí -a poco más de un metro de la escultura- a finales del pasado año. Son de grandes dimensiones. Y están creadas a base de una variedad de plantas imposible de reconocer, principalmente porque están fabricadas con plástico. 

Objetivamente, «tapa»

Acudiendo a lo objetivo, sin entrar en valoraciones sobre el gusto o falta de él que ha tenido el creador del letrero, este, tapa en buena medida la escultura inaugurada el 20 de febrero de 2008. Un monumento dedicado a la mujer, con una bola del mundo compuesta por frases de 19 autoras internacionales. La circunferencia mide un metro y 80 centímetros de diámetro. Está fundida en bronce y lleva palabras por toda su superficie, exponiendo frases completas con el idioma propio de cada autora, formando el círculo. La obra representa una gran bola del mundo de la que brota agua que baja por su superficie hasta el suelo. Sobre ella se sienta la figura inacabada de una mujer, a la que se rinde homenaje. Según expone el propio autor, la obra refleja una mujer que se está construyendo sobre las ideas y los conceptos de otras mujeres anteriores, que pelearon y crearon desde su condición.

Las frases son de creadoras que han dejado huella en la historia de la humanidad. Escritoras, pintoras, investigadoras o artistas recorren los renglones de este monumento circular. Desde Frida Kahlo a Virginia Wolf, pasando por Simone de Beauvoir, Dorothy Parker, Concepción Arenal o Santa Teresa de Jesús. «Sigo sin explicarme el porqué se ha tapado mi obra con un relleno plástico. Pienso que no es una cuestión política porque incluso hay una frase de la religiosa de Ávila, pero nadie se ha puesto en contacto conmigo para advertirme de nada», explica el autor.

Escultura de Eutiquio Estirado tapada por letras de Elche

Escultura de Eutiquio Estirado tapada por letras de Elche / MATÍAS SEGARRA

Escultura fluida

Su escultura representa «a una mujer que se encuentra en un estudio, en el taller de un artista, en el que se está haciendo y reproduciendo sobre las ideas, los conceptos de mujeres ya fallecidas pero que han dejado su obra para la humanidad», cuentaEstirado, que destaca también como «todo fluye» en una escultura «que se hace para provocar una reacción del espectador, para que piense». 

El que es probable que no pensara que taparía el arte es el que decidió poner ahí un «Elche» descomunal. Este periódico ha recogido de ciudadanos que pasaban por allí calificativos de todo tipo para el invento. Algunos, de los más educados, son «horroroso», «sinsentido» o «impropio». También los hay impronunciables. Pero más o menos hirientes, al ilicitano ha molestado que se esconda su arte. 

También están los que, en frente, se hacen la foto famosa en el «bancoselfie». El turista no repara en cuestiones existenciales y está encantado con la panorámica y con que ésta incluya el nombre de la ciudad que visita. Así menos tiene que explicar en los comentarios de su red social. Que tape una escultura. Que esté hecha con hojas de plástico. Que tenga más o menos colorido. Eso no importa. Lo esencial es que quede bien en la instantánea.  

Desde el gobierno municipal se reconoce que la instalación del nombre de la ciudad se ha realizado para el selfie. El objetivo, ubicar al turista en sus tomas desde la acera de enfrente, como se está haciendo en todas las ciudades, afirman. «En ningún momento se trataba de quitarle protagonismo a la escultura que ya estaba», sentencian.

La escultura de Eutiquio Estirado, tapada por las letras de "Elche", situadas a un metro escaso

La escultura de Eutiquio Estirado, tapada por las letras de "Elche", situadas a un metro escaso / MATÍAS SEGARRA

Reforma inminente de la plaza

Además, las mismas fuentes advierten de la temporalidad de la iniciativa, ya que en pocos días debe licitarse la obra de reforma integral de la plaza del Congreso Eucarístico, que también incluye la remodelación de la plaza del Palau. Entonces, siempre según la información oficial recabada, todos los elementos de las plazas se van a cambiar -antes de las fiestas de agosto- y al monumento de Eutiquio Estirado «se le va a dar toda la importancia que tiene». 

Quizás haya merecido la pena que alguien pensara en que esconder el arte con ideas prorredes sociales iba a dar una oportunidad al arte de volver a reivindicarse. Seguro que muchos ahora ya conocen el sentido de «Geografía de la memoria» y a partir de este momento la miran con otros ojos. 

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