Agua, precio y más alcachofas híbridas disparan la producción de hortalizas de invierno a 22.500 toneladas en el Camp d'Elx

Al menos hace falta dos factores para que los agricultores del Camp d'Elx mantengan sus cultivos: agua y precios de venta. Si a ello se suma que cada vez más las alcachofas híbridas, mucho más fáciles de cultivar, están sustituyendo a las de la variedad Blanca de Tudela, la previsión de una campaña de hortalizas de invierno, que acabará prácticamente en mayo, puede acabar con brotes verdes. Hasta 22.500 toneladas esperan cosechar los agricultores, 4.000 toneladas más que el pasado año, que fueron 18.500 toneladas; es decir, un incremento de un 21,6 %.

Hay un tercer factor también importante, el climatológico, que podría haber puesto mejor nota a la campaña, pero se han registrado atípicas temperaturas altas y falta de lluvias que no terminan de dejar con un buen saber de boca a los agricultores. A pesar de ello, hay satisfacción, algo poco habitual, entre los regantes que vuelven a recordar la "excelente calidad y frescura" de sus productos de invierno. Elche ha plantado 1.400 hectáreas de hortalizas en esta campaña 2024/25, 100 hectáreas más que en la pasada campaña.

Climatología

Como viene siendo tradicional, la presentación de estos datos se realizó en el restaurante Nugolat durante un almuerzo típico del Camp d'Elx que tenía a estas verduras como protagonistas. Si las alcachofas son el producto estrella de esta campaña, pues son más de la mitad de la producción, con 12.000 toneladas (3.000 toneladas más que en 2024), gracias a que los regantes se están convenciendo de estas variedades más resistentes a la climatología; tampoco ha sido mala para otras hortalizas, como el brócoli, coliflor, romanesco y col, con 9.000 toneladas (1.000 toneladas más que el pasado año) sobre 600 hectáreas de cultivo; mientras que las patatas de Verdete, con 1.000 toneladas y las habas, con 500 toneladas, repetirán la producción de la anterior campaña con 100 y 50 hectáreas cultivadas, respectivamente.

Alcachofas

Al acto ha asistido parte de la corporación, representantes sindicales y de asociaciones agrarias y cooperativistas. Pedro Valero, presidente del colectivo agrario ASAJA Elche, ha destacado por encima de todo a la alcachofa, que crece un 33 % en producción, aunque no ha dado el dato de cuánta de ella es híbrida o bien de la variedad Blanca de Tudela. "La alcachofa del Camp d'Elx destaca por su increíble tamaño, calidad, frescura y sabor. Hay una clara tendencia al alza que nos dice que el agricultor está apostando por la variedad híbrida, que se ha afianzado por la excelente producción que ofrece la mata. Además, resiste mejor a las inclemencias climáticas, necesita menos cantidad de agua y presenta fortaleza a los fitopatógenos o enfermedades del suelo”, ha aseverado Pedro Valero. 

La alcachofa es un producto con una elevada demanda local, con buena salida comercial en el mercado nacional en fresco y también para la industria, así como para la exportación. En cuanto a la superficie cultivada, Valero señala que se cuenta con 650 hectáreas, a diferencia de las 550 de la temporada pasada. Un aumento de tierras destinadas a la alcachofa que se debe a la disposición de los recursos hídricos necesarios para el crecimiento de la plantación. En este sentido, el campo ilicitano no ha tenido que hacer frente a las restricciones de agua impuestas por la Confederación Hidrográfica del Segura que repercutieron en la comarca de la Vega Baja el pasado verano, coincidiendo con la época de plantación.

Brócoli y coliflor

En cuanto a las crucíferas, dentro de esta familia de hortalizas, el brócoli sigue siendo la más demandada y exportada a países europeos, seguida de la coliflor. En relación con ello, ASAJA Elche también traslada que el brócoli se está consumiendo cada vez más en el mercado nacional. 

La entidad agraria ha puesto en el acto el valor el esfuerzo de los agricultores por mantener la actividad pese a las dificultades que presenta el sector; problemas como la pérdida de productividad y rentabilidad sin precedentes, la persistente sequía, el considerable aumento de los costes de producción, en especial en abonos y productos fitosanitarios, las calurosas temperaturas en la estación de invierno, sin olvidar la competencia que llega procedente de la importación de terceros países que juegan con otras reglas más fáciles, cuestiones la mayoría de estas que ni se han mencionado en un acto donde había mucha satisfacción. El alcalde, Pablo Ruz, destacó que Elche es un todo, donde hay industria pero también agricultura, lo que hace al municipio algo único.

Estructuras familiares

Por su parte, el presidente de ASAJA Alicante, José Vicente Andreu, ha querido destacar al agricultor ilicitano y el creciente relevo generacional que se desarrolla en las pedanías del Camp d’Elx. “Elche ha sido capaz no solo de mantener esas estructuras familiares agrarias, sino de modernizarlas y darles continuidad, incluso orientando pequeñas explotaciones a la exportación, y eso es un mérito muy grande, sobre todo si tenemos en cuenta las cifras de abandono que hay en otras comarcas de la provincia”. Asimismo, ha añadido que en Elche no se ven parcelas sin cultivar, señal de que el sector agrario está más vivo que nunca”.