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Análisis

Pablo Ruz, un talento mediático financiado con fondos públicos en Elche

Contratar a influencers y promocionar vídeos en redes con dinero municipal forman parte inseparable de la política de gestión de Ruz desde su llegada a la Alcaldía

Ruz, en el pleno del lunes donde denigró unas declaraciones de la ministra de Hacienda.

Examen al alcalde: Pablo Ruz da cuenta del estado de algunos de los proyectos pendientes en Elche / Áxel Álvarez

M. Alarcón

M. Alarcón

Pablo Ruz y el Ayuntamiento de Elche son un dos por uno. Tanto da que uno vea sus instagram, facebook o X para encontrar los mismos o parecidos vídeos, tipos de letra en los mensajes e intenciones políticas. En el peor de los casos, raro es que un «me gusta» no se cruce de una a otra cuenta, se cuelgue en sus relatos las historias propias y las ajenas o se enlacen entre sí para que nada quede sin visualizaciones. Que hablen de uno, aunque sea para bien (o para mal), forma parte del relato que ha hecho suyo desde el primer día el alcalde, quien en sus cuentas personales recuerda que es "el alcalde de TODOS los ilicitanos" y utiliza fotos oficiales como carta de presentación.

Dicen algunos que es una consigna de partido tras las municipales y autonómicas de 2023. Desde entonces, los alcaldes compiten para ver quién es más popular, nunca mejor dicho. Quizá él, por posicionarse, haya ido un poco más lejos en la estrategia incluso que el presidente Carlos Marzón, al que se le veía, al menos hasta la dana, en historias banales o mundanas, de nulo relato político, pero sí de intención mediática. Entraba a una heladería tradicional valenciana a probar su horchata de chufa o iba a un bar a tomar un «esmorzaret», el típico almuerzo valenciano. Un president al que muy pocos conocían en el Cap i Casal hasta su triunfo en las urnas

Ruz es un caso distinto. Antes de las elecciones prometió que se iría a los barrios por las tardes, con una mesa y una silla, para escuchar las demandas de sus conciudadanos. Y esto es literal que lo decía, pero donde se le ve en realidad es en el móvil y a todas horas. Es difícil saber si los vamos a ver promocionar un comercio o saltando la comba y abrazándose al rector de la UMH, Juanjo Ruiz, en el Día de las Paellas. Se puede pensar que todos lo hacen con el sano objetivo de humanizar la política. Que los ciudadanos entiendan que Mazón o Ruz son de carne y hueso y uno se los puedes encontrar al girar la esquina, bajar la basura o tomándose un pincho de tortilla. Pero, más allá de todo ello, de pensar que las redes son una forma de expresión y comunicación, se han convertido en una forma de populismo competitivo donde todo está bien visto por un «like». Un exceso que encuentra su censura en quién lo hace, para qué lo hace y qué medios utiliza.

Ruz, en un colegio de Elche

Ruz, en un colegio de Elche / INFORMACIÓN

En una sociedad en la que hemos pasado de acostarnos viendo las noticias y los anuncios con cortes de una película, que después hemos pasado a plataformas de pago como Netflix o HBO, ahora nos mecemos hasta llegar a Morfeo en las redes sociales. Nos acostamos, en el buen sentido de la palabra, con Ruz. Él no solo lo sabe, lo disfruta. En el último pleno le dijo con sorna a la bancada socialista que le sigue en todos sus reels (vídeos). Solo le faltó preguntar al portavoz Héctor Díez cuántos seguidores tiene. Quizá no lo hizo porque él ya lo sabía. Parece que en eso mide ahora a su adversario político, no por su discurso y contenido

Asesores

En las redes, como en el deporte, se puede competir en igualdad de condiciones o dopado. Desde su llegada al gobierno, en junio de 2023, Ruz ha optado por el segundo camino y ha contratado asesores no solo para informar de su gestión pública sino para que cuiden de su imagen y con exclusividad. Esto le ha llevado a dar preeminencia incluso a dar las primicias en sus redes frente a los medios de comunicación social como, por ejemplo, cuando prefirió su Facebook para anunciar que el arquitecto Antonio Serrano Bru sería nombrado Hijo Predilecto de Elche. Pasaron meses hasta que aquel reel, perdón, iniciativa de Ruz, llegó a una junta de gobierno y por ende se informó a los medios. 

El alcalde, en una promoción de carriles bici y de Elche al son de "Verano azul"

El alcalde, en una promoción de carriles bici y de Elche al son de "Verano azul" / INFORMACIÓN

¿Error de principiante? ¿decisión meditada? o quizá: «Si quieren saber los medios qué hago, que me sigan». Y, ¿cuántos le siguen? Ha superado los 16.00 seguidores en Facebook, tiene más de 4.000 en X y 24.700 en Instagram.

¿Son pocos o muchos? Eso depende de contra quién se compita. En una entrevista en INFORMACIÓN en marzo, firmada por María Pomares, a la pregunta de si se abusaba de las redes sociales, el alcalde, sintiendo que la pregunta se refería a él, contestó: «Eso lo dicen aquellos que quisieran que sus redes sociales funcionaran tan bien como las del Ayuntamiento. La prensa, que es independiente, y las redes sociales son la manera de explicar lo que haces. Las redes sociales, creo que todos estamos de acuerdo, han venido para quedarse. No creo que haya mucha alternativa, y, de hecho, el periódico también tiene redes. Denoto cierta envidia en quienes critican las redes sociales en política y falta de talento para sacarles partido». 

Talento

Los fieles asesores de redes de Ruz, que lo acompañan de un lado para otro, haciendo un excelente trabajo, no discrepan, como los medios, sobre dónde está el titular o la noticia. Hacen su labor para él, sus concejales populares e, incluso, para sus socios de Vox que de forma cada vez menos tímida se asoman a la pantalla de nuestros móviles. Sus asesores en nómina pública tienen un indudable talento, pero no son la única caldera que mueve su motor mediático. Influencers y promociones en las redes también se lo aportan y pagados con fondos públicos visados por la Intervención. Otra cuestión es la fina línea que distingue hasta qué punto puede ser ético o moral cuando el principal objetivo es retroalimentar la bonanza de la gestión sin una advertencia al consumidor que eso que ve es publicidad y autobombo pagado con sus impuestos. 

La ministra Montero, en blanco y negro, en un video municipal en redes sociales

La ministra Montero, en blanco y negro, en un video municipal en redes sociales / INFORMACIÓN

Seguidores

Ruz llegó a la Alcaldía como un alcalde no tan bisoño como se podía pensar, al menos para algunas cosas. El hecho de que su partido les animara a meter todos los huevos en la cesta en una apuesta por las redes, ha terminado en una competición por seguidores, «like’s» y visualizaciones. La palabra es historia frente a la imagen

Un mes después de coger la vara de mando, el equipo de comunicación de Ruz daba los primeros pasos en la contratación, mediante facturas, de influencers de perfil local, pero con un fondo de miles de seguidores que, al ver sus videos ilicitanos, iban a preguntarse: «¿Elche, dónde está Elche?, ¿Quién es Pablo Ruz?, ¿dónde dice que son esas fiestas?». Una promoción acertada que tuvo un impacto que animó a consolidar el modelo. De la documentación a la que ha tenido acceso INFORMACIÓN se desprende que antes de concluir 2023 ya se había firmado un contrato menor por un año con una de las celebridades de las redes sociales por 18.089 euros. Al pisar dos ejercicios distintos, 2023 y 2024, en el primero se abonaron 3.306 euros y en el segundo, 14.783 euros. Viendo el éxito, se pagaron al menos dos facturas más a la misma influencer por otros 604 euros. Además, se ha contado con el talento de al menos una más a las que se le abonaron el primer año tres facturas por 636 euros a las que se sumaron el pasado ejercicio siete más por 4.222 euros. No, no sumen aún, que quedan más.

Internautas

El Ayuntamiento también echa mano de la promoción de contenidos en redes sociales. Así logra que cualquier internauta, del cual el big data sabe dónde está, qué edad tiene o si prefiere fresas o chocolate, al hacer scroll (pasar de uno a otro) se tope sí o sí con un vídeo de la gestión de Ruz o, quién sabe, si le va a enseñar un comercio al que va Ruz a hacer de periodista/publicista. Este empujón para que veamos sus vídeos municipales cuesta a las arcas públicas algo más de mil euros cada mes y se carga en una cuenta de anticipo de caja. La Cabalgata de Papá Noel, el alumbrado navideño, los planes imprescindibles para Navidad, las bibliotecas, el autobús a las playas, el Hort de Pontos o la agenda de las Fiestas han sido promociones útiles pagadas con fondos públicos. 

Ruz, camino de un restaurante que va a abrir en Elche en su cuenta de Facebook

Ruz, camino de un restaurante que va a abrir en Elche en su cuenta de Facebook / INFORMACIÓN

El problema sucede cuándo estas redes y cuentas se utilizan para otros fines. Esta misma semana lo han sido para denigrar a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, por sus declaraciones del pasado fin de semana en relación con la calidad de los títulos de la universidad privada. La percha para el sesudo tema de indudable alcance, interés y afectaciones ilicitanas fue una moción de urgencia en el pleno del lunes. Mientras se votaba por PP y Vox reprobar a la socialista, un asesor de Ruz, vídeo en mano, grababa el instante para, evidentemente, subirlo a las redes. ¿A las de Ruz, a las del Ayuntamiento? Tanto daba. El objetivo era otro para más gloria de Ruz y no sé si de sus seguidores.

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