El tiempo respeta al Domingo de Ramos en Elche: 70.000 personas acompañan al Pas de la Burreta

El obispo emérito Jesús Murgui bendice las obras de artesanía e inaugura el monolito del Ayuntamiento en homenaje a la fiesta de Interés Turístico Internacional

Así ha sido el Domingo de Ramos en Elche

Matías Segarra

J. R. Esquinas

J. R. Esquinas

La vista estaba puesta en el cielo en los últimos tres días, como reconocía este Domingo de Ramos en Elche el vicepresidente de la Junta Mayor de Cofradías, Tomás Milla, pero finalmente el tiempo respetó al Pas de la Burreta para que se abriese paso entre un mar de palmas blancas.

La tradicional procesión de Jesús Triunfante, que inicia la Semana Santa ilicitana, ha congregado a cerca de 70.000 personas, según datos de la Policía Local, unas cifras similares a 2023 y algo superiores al año pasado. Al margen del baile de números, lo reseñable de la celebración fue una vez más la vistosidad del encuentro, declarado Fiesta de Interés Turístico Internacional, que hace que fieles que van dentro del cortejo y multitud de visitantes, muchos de ellos turistas y residentes de otras localidades, preserven este legado ilicitano.

Bendición y monolito

El obispo emérito de la Diócesis Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, fue, junto al resto de autoridades eclesiásticas, el encargado de bendecir las obras de artesanía, aunque minutos antes también inauguró y bendijo el monolito en honor al Domingo de Ramos en el Paseo de la Estación, después de que este sábado el Ayuntamiento cancelase el descubrimiento de la obra por la previsión meteorológica.

El trabajo en efecto bronce del escultor Juan José Quirós representa a dos niños ataviados con sus mejores galas y portando dos palmas frescas para acudir a la procesión, en clara alusión a la esperanza de que las nuevas generaciones mantengan encendido el acervo cultural.

60 costaleros

"Llevaba muchos años en lista de espera, y al final lo he podido cumplir, es una satisfacción muy grande" destacaba Alejandro Quiles, uno de los 60 costaleros que llevan el paso de Jesús Triunfante, paso que relucía con la infinidad de motivos florales hechos a base de palma blanca que confecciona el florista Jerónimo Tripiana, ex Cantó.

Elisabeth Pérez repetía por tercer año consecutivo portando el paso. Para ella, que también es cofrade de Sangre y Salud, que sale Jueves Santo, la mayor dificultad de llevar a cuestas el Pas de la Burreta es el peso, "somos mucha gente, hay que escuchar bien las marchas, no perder el paso, sabes que te ve mucha gente y lo tienes que dar todo". La ilicitana se mostraba orgullosa de que cada vez más juventud se anime a ser parte de la Semana Santa.

Las marchas de la Agrupación del Paso Blanco de Lorca, que por primera vez cerraba la procesión animaron el recorrido habitual de la procesión en la que participaron, además del grueso de la corporación municipal, la consellera de Industria Marián Cano, quien también visitó el pasado viernes el mercado de palma blanca en la Plaça de Baix.

Artesanía en estado puro

Encabezando la comitiva se encontraban la infinidad de artesanos que participaron en el 64º concurso de palma blanca después de que anoche el jurado diera el fallo. Paqui Díez, quien ya en la última feria de Fitur confeccionó unos pendientes hechos a base de fibras de palma blanca que cautivaron a la reina Letizia, se mostraba orgullosa de haberse coronado un año más con el primer premio de la categoría especial, un puesto que durante años siempre se debatía entre ella y Manolo Berná, artesano que este año no pudo participar en el certamen aunque sí que quiso vivir desde dentro la procesión junto a la artesana, lo que evidenció que la competividad siempre ha sido sana ya que prima la preservación de la tradición.

Junto a su marido Francisco José Antón esta artesana confesó a INFORMACIÓN que llevaba tres meses combinando su trabajo en el sector del cartón, de profesora del taller municipal de palma blanca y dedicando largos ratos para lograr esta pportentosa obra de más de tres metros que representa a la imagen de La Piedad: "La he hecho con mucho amor", explicaba.

María Teresa Boix, que quedó segunda en el concurso, reseñaba que quiso recrear con su palma esas tardes de juegos de los niños en los huertos históricos de palmeras "haciendo un tributo a nuestra cultura y nuestra forma de vivir". Su madre y su hermana la iniciaron en la palma, ya va para una década confeccionando esta artesanía y al margen de llevarse algún accésit, era la primera vez que llegaba a estar en los primeros tres puestos, con lo que se encontraba emocionada de que toda la ciudad pudiera contemplar este minucioso trabajo.

Tracking Pixel Contents