Jueves Santo en Elche: Fe, esperanza y por primera vez sin San Antón

El día más intenso de la Semana Santa en el que Elche no duerme. Las procesiones del Jueves Santo se enlazarán de madrugada con las primeras de un Viernes Santo que, hasta la fecha, pueden lucirse con cielos despejados y temperaturas apacibles que animan a que miles de personas, ya bien cofrades, devotos o incluso turistas seducidos por la imaginería, el incienso y las marchas, abarroten las calles del centro histórico, especialmente ante esperados encuentros como el del Cristo de la Fe y la Esperanza en el arco del Ayuntamiento. 

Las mejores imágenes del Jueves Santo en Elche

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La jornada no es para menos, y es que también hay algún detalle que marca la diferencia con el año anterior. Uno de los principales cambios vino por parte de la cofradía de la Sangre y Salud, la primera en oficiar su estación de penitencia a partir de las 18.15 horas en una calurosa tarde desde la basílica desde Santa María, como hacía desde hace más de un lustro, pero por primera vez no terminará el cortejo en su parroquia de San Antón, con lo que el fervor se sentirá en el centro pero lejos de su barrio. 

Fuera de San Antón

La entidad matizó que la decisión nada tenía que ver con que la zona esté en el punto de mira desde hace una semana después de que 142 vecinos hayan tenido que ser desalojados tras declararse en ruina uno de los bloques, si no que atendía a una necesidad de los costaleros porque el trayecto era demasiado largo y, por tanto, sufrido para quienes portaban ambos tronos (ya en su día se quitó la salida desde este punto por este motivo) y a la vuelta tenían que incorporar las ruedas, lo que para la cofradía deslucía la procesión «y no nos parecía serio», apuntó el hermano mayor Ramón López, de esta cofradía de la que en el siglo XVI aparecieron los primeros datos. 

Si bien, indicaron que gracias al cambio pudieron completar el paso del Misterio del Santísimo Cristo de la Sangre con cerca de 40 costaleros y el de María Santísima de la Salud con un centenar de costaleras, alguna incluso con los ojos vendados a modo de promesa. El esperado encuentro fue, si cabe, más vistoso y emocionante al paso por la Plaça de Baix donde ambos tronos se aproximaron mucho casi al punto de rozarse.

La Caridad

Desde la parroquia de San Juan fue venerada la imagen de María Santísima de la Caridad en su paso de palio junto al trono infantil y con la Sociedad Venida de la Virgen como portaestandarte. La hermandad modificó el recorrido habitual pasando por la calle Les Barques y Baixada al Pont hacia Alfonso XVII. Ya por la noche está prevista la vuelta a oscuras en las proximidades de la calle Ángel hacia el templo sagrado elevando la solemnidad con un acompañamiento musical especial, por parte del Ateneo Musical Maestro Guilabert de Aspe, que celebra en Elche sus dos siglos de historia. 

Oración en el Huerto

La Oración en el huerto partió desde el huerto de la Rinconá, haciendo honor nuevamente a sus orígenes vinculados a la palma blanca, y además el cortejo se lució ciertamente renovado con nazarenos, por primera vez sin cuerdas, para mayor comodidad, y estrenando ciriales, mientras que el farol del portentoso paso, que incluía como es tradición una palmera natural de gran tamaño, se sustituyó por un cáliz con la custodia y la palma cruzada. La cruz de guía la portó el grupo joven de la cofradía para darle valor a las nuevas generaciones como hace días ya señaló el pregonero, Fran Sabater, quien desde que nació es cofrade de esta entidad y se encontraba entre la comitiva.  

Encuentro

Uno de los momentos más icónicos se espera pasadas las 21.20 horas con el encuentro de Cristo de la Fe (imagen de 1946 que recuperó la Flagelación y Gloria) y María Santísima de la Esperanza durante la procesión de la Paz. Esta es la única cofradía que saca desde El Salvador tres tronos. 

Programa completo con las procesiones de Semana Santa de Elche

Procesión del silencio

Será ya al filo de la medianoche cuando se hará el silencio desde la basílica de Santa María con la salida del Santísimo Cristo de la Misericordia, con lo que salvo las indicaciones del capataz Vicente Ruíz de Lope Fluxá y las respiraciones de los fieles el ambiente será totalmente silente y recogido con multitud de personas contemplando la delicadeza de la imagen, tallada en la década de los cuarenta en los talleres del imaginero Mariano Benlliure, y portada por 72 pilares, por primera vez con una cuadrilla mixta con una docena de mujeres, inclusión que la cofradía quiere mantener para años venideros. 

Cristo de Zalamea

La última procesión, y de las más multitudinarias que se espera es la del Cristo de Zalamea, que de madrugada cruzará el umbral de la parroquia de San José con un completo recorrido por el que durante dos horas el «Cristico», imagen característica por su tamaño reducido y que podría datar del siglo XVI, será arropado por miles de personas hasta su regreso al templo sagrado y alumbrado por nuevos faroles. La cofradía cumplirá 60 años de esta salida procesional y 61 de su fundación, y hace escasos días estrenó un documental en el que se repasan historias de vecinos y vecinas que algún se ampararon en el Cristo frente a las adversidades.