Dibujantes urbanos con relevo asegurado en Elche

Más de 230 personas participan en el undécimo encuentro de Cuadernos Viajeros este fin de semana con alta presencia infantil

El arte sale a las calles de Elche con el encuentro de dibujantes urbanos

Áxel Álvarez

J. R. Esquinas

J. R. Esquinas

De tanto verla por casa con lápices y libretas, a los nietos de María Dolores Piñero les entró el gusanillo por las artes plásticas, hasta el punto que en las últimas navidades pidieron material a Papá Noel y a los Reyes Magos para sumarse a la afición de su antecesora. Esta crevillentina está orgullosa de ver que, pese al cambio generacional, muy influido por las nuevas tecnologías, puede compartir una pasión creativa, al tiempo que terrenal, con los pequeños de la casa. 

Este sábado, desde el claustro del antiguo convento de Las Clarisas de Elche pudieron dar rienda a su imaginación en el undécimo encuentro de dibujantes urbanos que cada año organiza Cuadernos Viajeros cuando llega la primavera.

Como ellos más de 230 aficionados y profesionales de las artes plásticas, venidos principalmente de la Comunidad Valenciana y de otros puntos del país, se concentran desde el viernes y hasta este domingo ( a las 11 horas se expondrán las obras en la plaza de Les Eres de Santa Llúcia) para dar color, movimiento, textura, profundidad y sentimiento a sus cuadernillos. Eso sí, los participantes consultados por este diario coinciden en que lo más importante es el vínculo que se crea a pie de calle. 

En esta edición de «Dibujando entre palmeras» se anota un gran volumen de niños inscritos, que sobrepasan el 20% del total, lo que da un chute de energía a la organización porque tiene puestas las esperanzas en que exista relevo: «Es la siembra para el futuro», destacaba hoy Juan Llorens, impulsor de la iniciativa, que explicaba que hay escuelas de dibujo que toman de referencia esta cita y los profesores están trayendo a su alumnado. 

"No hay premios ni medallas"

«Queremos huir del arte establecido, no se busca la excelencia, por eso no hay premios ni medallas, queremos la espontaneidad de la gente», manifestaba Llorens. A escasos metros Ramón Sempere, coordinador de Cuadernos apuntaba en este sentido que lo especial de la actividad es que ayuda a «desmitificar esa idea que se suele tener de que el arte es algo exclusivo de cuatro genios inalcanzables». Al hilo, defendía que la infancia «da una lección didáctica porque todavía no tienen contaminaciones extrañas y dibujan lo que les sale de sus emociones».

Actividad que da la vida

 Y es que quienes terminan seducidos por esta experiencia ya no pueden parar como Pilar Peñalver, maestra jubilada, que siente que estas salidas le dan un plus de felicidad porque desarrolla su pasión por la acuarela al mismo tiempo que hace amistades: «Para nosotros es una fiesta», relataba esta ilicitana que cada vez que puede procura los sábados salir a dibujar con el colectivo. 

«Lo que más me gusta es la velocidad, la frescura, hacer las cosas muy simples, me gusta dibujar a la gente y que se parezcan, que tengan vida real» José María Sánchez, afincado en Madrid, se reencontraba este fin de semana con la ciudad de las palmeras después de la pandemia de coronavirus. Ha ejercido como director de arte de publicidad y forma parte de los grupos Urban Sketchers y Retratista Nómada, con lo que digamos que lleva la disciplina en las venas. Quiso hacer infinidad de kilómetros porque para él este tipo de encuentros son vitales y más si se le da protagonismo a quienes preservarán el legado. n

Tracking Pixel Contents