Son a prueba de flechas, pero ¿qué pasará con los toldos en la Nit de L’Albà?

Las lonas instaladas en Obispo Tormo, Corredora, Major del Pla y Hospital son ignífugas y han resistido el test del tiro con arco

Una imagen de la Nit de l'Albà del pasado año

Una imagen de la Nit de l'Albà del pasado año / Rafa Arjones

Elche se prepara ya para su gran cita pirotécnica del año, la Nit de L’Albà, una noche que enciende el cielo cada 13 de agosto con una intensidad que no tiene rival en España: 2,6 toneladas de pólvora y más de 100.000 cohetes disparados en apenas 45 minutos el pasado año. Un espectáculo imponente, cargado de tradición y emoción, pero no exento de riesgos, especialmente en una ciudad que este verano estrena más de 3.200 metros cuadrados de toldos en el casco histórico. Y es precisamente esa novedad, los toldos que cubren las calles Obispo Tormo, Corredora, Major del Pla y Hospital, la que ha abierto un interrogante en el aire: ¿resistirán las lonas el impacto de la Nit de L’Albà? ¿O deberán desmontarse para evitar sustos?

Toldos resistentes… y a prueba de flechas

Por el momento, el Ayuntamiento no ha tomado una decisión definitiva, pero el concejal de Espacios Públicos, José Claudio Guilabert, ya ha adelantado que están pendientes de una cita técnica que será clave: "Nos reuniremos con Policía y con Bomberos y dependiendo de lo que nos digan, si se tienen que retirar en determinados puntos, se retirarán con total normalidad y luego se volverán a colocar para continuar dando sombra".

Toldos en la calle Obispo Tormo de Elche, situada al lado de la basílica, donde se tira la Palmera de la Virgen con cerca de un millar de cohetes

Toldos en la calle Obispo Tormo de Elche, situada al lado de la basílica, donde se tira la Palmera de la Virgen con cerca de un millar de cohetes / INFORMACIÓN

Los toldos, recién instalados hace apenas dos semanas, han sido diseñados para resistir condiciones extremas. Según Guilabert, "los toldos son ignífugos", y no solo eso, también han sido sometidos a un test inusual pero revelador: "Estos toldos han tenido una prueba que ha sido el tiro con el arco. Han probado también lanzar con el arco por el tema de las cañas, para ver si las atraviesan o no… y todo ha salido correctamente. Resisten".

Una noche explosiva... y con muchas cañas

La Nit de L’Albà no solo es una de las fiestas más queridas por los ilicitanos, sino también la más explosiva. El cielo de Elche se llena de luz y ruido, pero también de cañas y carcasas incandescentes —restos de cohetes que descienden a gran velocidad—, que son uno de los principales peligros de la velada. Esas cañas, impredecibles y numerosas, pueden impactar sobre tejados, terrazas o cualquier estructura expuesta, incluidos los toldos.

Un ilicitano lanza un cohete en la Nit de l'Albà del año pasado

Un ilicitano lanza un cohete en la Nit de l'Albà del año pasado / Áxel Álvarez

Hasta ahora, nunca se había celebrado esta fiesta con lonas cubriendo algunas de las calles más céntricas y transitadas, por lo que esta edición será, si se mantienen, la primera con sombra también de noche. Una circunstancia nueva que exige evaluar todos los riesgos. Si se quedaran, por cierto, reducirían los riesgos para los transeúntes.

Seguridad y tradición, en equilibrio

La intención del Ayuntamiento es clara: proteger tanto el mobiliario urbano como la seguridad de los asistentes, sin renunciar al confort que los toldos están ofreciendo durante los días de calor. El equipo técnico que coordina las fiestas está analizando cada zona, calle a calle, para determinar si la instalación es compatible con la potencia y trayectoria de los cohetes lanzados en esa noche.

Desde su colocación, los toldos han despertado opiniones diversas —algunos celebran la sombra, otros los ven como una barrera visual o estética—, pero la prioridad ahora es garantizar que no interfieran ni sufran daños durante la gran noche pirotécnica.

La solución podría pasar por una retirada parcial en las zonas más expuestas, que luego se revertiría tras la Nit. "Se retirarán con total normalidad y luego se volverán a colocar", ha recalcado el concejal. Hasta entonces, los técnicos y cuerpos de seguridad analizarán la situación para tomar la decisión más sensata.

Mientras tanto, los toldos seguirán ondeando sobre el centro histórico de Elche, resistiendo sol, lluvias como las de este jueves, miradas y flechas, a la espera de la que será, sin duda, su prueba de fuego más intensa, la Nit de l'Albà.

Una veintena de alegaciones y muchos interesados

El concejal de Espacios Públicos confirmaba este jueves que se han recibido una veintena de alegaciones por la instalación del sombraje y que han sido respondidas a los usuarios, principalmente relacionadas con dudas sobre si la estructura de los edificios está preparadas para este tipo de anclaje. De igual modo el edil aprovechó para incidir en que han recibido infinidad de peticiones para colocar estos toldos en otras zonas comerciales de la ciudad como la calle Antonio Machado, Arenales del Sol, El Altet y La Marina, en el Paseo Nit de l’Albà o Altabix en Plaza de Castilla, sobre todo enclaves con zonas de restauración que serán tenidas en cuenta en próximas convocatorias, cuando haya fondos, según precisó.

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