El PSOE trata de sacar los colores al PP por los continuos retrasos en las obras de Elche
Gobierno y oposición se echan en cara lo que desatascan frente a lo que paraliza el contrario

Áxel Álvarez
El grupo municipal del PSOE traía al pleno de este lunes una moción con el objetivo básicamente de echar en cara al alcalde, Pablo Ruz, el "atasco" que están sufriendo distintas obras en la ciudad y los sobrecostes que esto genera para las arcas municipales.
"Moción del grupo municipal socialista relativa a buscar mecanismos de planificación que eviten retrasos en las obras", rezaba el vigésimo punto del orden del día de la sesión que el PP repelió con el "y tú más" al indicar las obras que también se le atragantaron al bipartito de PSOE y Vox, y sacar pecho de lo hecho hasta la fecha por el actual equipo de gobierno.
El portavoz municipal socialista, Héctor Díez, calificaba a Ruz como un "auténtico atascador" de proyectos. "El que venía a imprimir velocidad dice que ha multiplicado por 10 la velocidad". "No sé qué pasa que todo lo que toca lo atasca. Todos los proyectos que dejó Compromís y PSOE se han ido atrasando y con ello aumentando el coste", se lanzaba desde las filas socialistas.
Muchos ejemplos
Así, por ejemplo, se pusieron como ejemplos la situación del intercambiador de autobuses de Docto Caro, con tres prórrogas a la empresa cuando tenía que acabar en Semana Santa; o lo que está ocurriendo con la remodelación del Museo Arqueológico y de Historia de Elche (MAHE): "Nos va a costar un 11 % más a los ilicitanos, y meses y meses de retraso", apuntaba Díez, quien ironizaba con el hecho de que el alcalde se hubiera erigido desde un principio como "el defensor del patrimonio, el que iba a crear un Instituto de Patrimonio y con dos años sin convocar la Mesa de Patrimonio".
El socialista prosiguió mentando al gimnasio del colegio López Orozco: "La llaman ya la obra de El Escorial, la comunidad educativa está harta"; y casi ya un clásico: la transformación de la calle José García Ferrández, "donde se han cargado más de la mitad de los aparcamientos", según el portavoz municipal del PSOE.
El edil de la oposición también lamentó que no se sepa nada de la carretera de Santa Pola -"No ha avanzado ni un centímetro desde que usted es alcalde"-, de la escuela de calzado que se iba a crear, o de la partida para el gimnasio del colegio Blasco Ibáñez, así como lo referente a las expropiaciones de la Ronda Sur, el tranvía...
"Le pedimos que se ponga las pilas para que meta mano en los recursos humanos y las licitaciones, porque están incumpliendo todos los plazos", agregaba antes de que, desde las filas del PP, el edil Claudio Guilabert considerara que lo que traía al pleno el PSOE era "un auténtico despropósito", ante el hecho de que "después de ocho años se empiecen a preocupar por cómo van las obras, cuando ustedes no hacían nada".
Refuerzo de inspección e infraestructuras
Guilabert, que no entraba apenas en el fondo de la cuestión, lo justificaba en parte recordando que, "normalmente, en las reformas de las casas se retrasan", y aseguraba que había reforzado el sistema de inspección y de infraestructuras.
A renglón seguido, el edil popular contestaba listando obras de PSOE y Compromís que tampoco pudieron sacar en plazo: pabellón inclusivo, calle Virgen de la Cabeza, Paseo de Germanías, Corredora, fachada de Carrús... "Lo que ustedes quieren es que nosotros hagamos en 23 meses lo que ustedes no han hecho en ocho años", manifestaba.
Héctor Díez replicaba que bien le gustaba a Pablo Ruz haber estrenado o inaugurado proyectos dejados "a mesa puesta" por sus antecesores: ocho autobuses eléctricos, 20 coches de Policía Local, el Paseo de Germanías, el centro social de Arenales, el campo de césped artificial del campo de Las Bayas o el nuevo aulario de esa pedanía.
"Pisos Azules, dos años para volver a licitar la obra del Pont del Bimil·lenari, el Palacio de Congresos... Como gestor deja mucho que desear", continuaba reprochando el socialista al alcalde.
"La realidad les ha dado en la cara"
Esther Díez, de Compromís, interpelaba al Ejecutivo local al afirmar: "La realidad les ha dado en la cara", y explicaba que muchas veces hay problemas administrativos o de ejecución que ocurrne en todos los ayuntamientos", por lo que le pedía a PP y Vox que se dieran un baño de humildad.
Posteriormente, el popular Claudio Guilabert aseguraba que más de 7 millones en modificaciones de contratos les habían costado a los ciudadanos las demoras en obras, servicios y suministros durante el tiempo que gobernaron PSOE y Compromís. "Había expedientes de 2021 sin haberse iniciado", recriminaba.
Héctor Díez ponía punto final al debate de este punto manifestando que esta moción había venido a constatar lo que sucede en el Ayuntamiento: déficit de 8,5 millones de euros, "con un alcalde cada vez más incoherente", retrasos en las obras y diez millones de euros de inversión que tiene que recortar de un préstamo de 30 que se iba a pedir (y que, por tanto, ahora solo se van a solicitar 20). "Ponga orden económico en este Ayuntamiento", pedía Héctor Díez.
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