La tensión se notaba en el interior de la sala de la Audiencia Provincial de Alicante en la que se juzgaba al acusado de matar a tiros a un vecino y de herir a otro en el barrio San Francisco de Asís de Villena. Los hechos, por los que el fiscal solicita para el procesado una condena de 28 años de prisión, ocurrieron en julio de 2006 y, pese al tiempo transcurrido, el rencor no amaina entre los familiares de la víctima. Después de que el supuesto asesino mostrara su arrepentimiento y pidiera perdón al final de la vista, la madre del fallecido se levantó, obviando las instrucciones del magistrado, y le espetó: "Mírame a los ojos". Acto seguido comenzó a insultarle y se abalanzó sobre él agrediéndole con las manos. A ella se unió una tía del joven.

Varios guardias civiles intentaron contener a las dos mujeres, que arremetían contra el acusado mientras permanecía sentado. La tensión fue en aumento y el público asistente a la vista tuvo que levantarse de sus asientos y apartarse ante el temor de que la agresión fuera a más. Finalmente, los agentes lograron contener y sacar de la sala a las dos mujeres, mientras estas seguían insultando al acusado.

Aunque fue el más grave, no fue el único incidente ocurrido en el juicio. El padre del fallecido y un primo que presenció los hechos fueron expulsados de la sala tras insultar al acusado. Sobre este último, el magistrado ordenó que se diera parte al juzgado para que abriera diligencias contra él por alteración del orden público.

El fiscal, que le acusa de un delito de asesinato consumado, otroen grado de tentativa y de tenencia ilícita de armas, sostiene que sobre las tres de la madrugada Román F. mantuvo una discusión con un vecino, de origen magrebí, la víctima, de etnia gitana, y un primo de este último, menor de edad entones, porque no le dejaban dormir. Después de recriminarles la actitud desde su ventana, el acusado bajó a la calle con una carabina de aire comprimido. Tras él bajaron los vecinos implicados, uno de ellos con un cuchillo, según el fiscal. Tras un forcejeo para arrebatarle el arma, el procesado huyó a su casa. En ese momento, una patrulla de la Guardia Civil que pasaba por allí se acercó al ver el tumulto y acto seguido Román disparó con una escopeta de caza sin licencia desde su ventana.

El fiscal sostiene que disparó con alevosía contra ellos en dos ocasiones. Uno de los tiros alcanzó mortalmente a uno de sus vecinos y el otro hirió de gravedad al de origen magrebí.