La Audiencia de Alicante juzgó ayer a un hombre acusado de intentar matar a cuchilladas, por sorpresa y sin mediar discusión, a un discapacitado intelectual amigo de la familia que se encontraba en su heladería de Monóvar en agosto de 2007. El procesado reconoció los hechos, por lo que el fiscal mantuvo su acusación y solicitó para él diez años de internamiento en un centro psiquiátrico al aplicarle la eximente de enajenación mental. Según confirmaron los médicos, el acusado padece una esquizofrenia que en el momento de los hechos anuló su voluntad.

Por su parte, el abogado de la defensa pidió que la pena fuera de dos a cinco de internamiento "en un centro idóneo" dependiendo de si la sala entiende que se trata de un delito de lesiones o de tentativa de homicidio. El letrado consideró que lo que precisa el procesado es un tratamiento adecuado a su patología mental.

La víctima, que todavía padece secuelas, relató en la vista que fue atacado por sorpresa y de forma repentina por el hombre que ayer fue enjuiciado.

Los hechos, reconocidos por el acusado, sucedieron sobre las nueve y media de la noche del 28 de agosto de hace dos años en una heladería en la que trabajaba el procesado. En el establecimiento se encontraba la víctima, que era amigo de la familia. Según el fiscal, sin mediar discusión el acusado cogió un cuchillo de cocina y se dirigió al afectado para asestarle cuatro puñaladas. Minutos después, el autor de la agresión se entregó a la Guardia Civil.

Como consecuencia de las lesiones, la víctima todavía tiene secuelas, por lo que el fiscal solicita que sea indemnizado con 33.757 euros.