El pequeño y único aseo del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria del "Palacio" de Justicia de Villena ha comenzado a ser utilizado como archivo. La falta de espacio y de inversión por parte del Gobierno valenciano ha obligado a los funcionarios a agudizar el ingenio. Se trata de aprovechar cualquier rincón del viejo edificio y reutilizar materiales de desecho para fabricar estanterías ya que la dirección general de Justicia siempre responde lo mismo: "No hay dinero". Ni siquiera para una estantería. Las cuatro últimas, que son de saldo, llegaron hace más de un año porque las retiraron de un Juzgado de Castellón.

Cinco mil expedientes de 2008 y 2009 con el historial judicial de los internos de la cárcel de Villena se amontonan en el espacio que ocupaban la bañera y el bidé. Están apilados sobre las viejas puertas y los muebles de cocina que se arrancaron para construir el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 3.

Tras años y años de quejas y reclamaciones ante la Conselleria de Justicia, los trabajadores parecen haber asumido con absoluta resignación que la única opción que les queda es "buscarse la vida". La prueba más notoria es el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria. Sus funcionarios ya se han familiarizado con la rutina diaria de hacer cola para recoger una fotocopia o enviar un fax, se han convertido en expertos en la lucha contra las plagas de hormigas y ahora les toca acostumbrarse a buscar expedientes entre la escobilla y los rollos de papel, el insistente sonido de la cisterna y el fuerte olor a desagüe así como a otros hedores bastante menos agradables. Pero, claro, para realizar cualquier consulta tienen que esperar a que el servicio no esté ocupado. Es lo que hay. Pero no es lo único.

Las copiosas lluvias del mes pasado se han reivindicado en forma de goteras y techos desconchados en los despachos de los jueces de los Juzgados Número 1, 2 y Vigilancia Penitenciaria. En el primero el agua suele entrar por la ventana y en el último el parqué donde se halla la mesa del secretario judicial se ha levantado por la humedad, una circunstancia que también suele producir cortes en el suministro eléctrico. Pero los profesionales ya están acostumbrados. Ya no se extrañan de que las "históricas" filtraciones en el colector que recoge las aguas de lluvia de la azotea se hayan dado por solventadas hace unos días con una simple capa de silicona. También están cansados de advertir a los responsables de Justicia del peligro de derrumbe parcial sobre la vía pública del remate superior de la fachada. Sobre todo de la esquina izquierda, que es la que presenta las mayores grietas.

Pero el "Palacio" de Justicia de Villena esconde muchas más penurias. Hay tres juzgados pero una sola sala para vistas para juicios civiles. Además, quienes debían comparecer en el Número 3 no tenían en el pasillo una triste silla donde sentarse hasta que los funcionarios encontraron tres bancos en el desván, que limpiaron y pintaron. La Conselleria calla pero este diario ya apuntaba en noviembre de 2008 que estos juzgados estaban considerados la "oveja negra" de la Comunidad Valenciana por falta de medios y personal. Un año después la situación ha empeorado y a sus trabajadores sólo les queda ya amenazar con "tirar de la cadena".