La parcela que en la actualidad ocupa el estadio de fútbol Pepico Amat albergará un gran complejo comercial y de ocio. Ésta es, al menos, la intención de la alcaldesa de Elda, Adela Pedrosa, que por el momento acaba de iniciar los trámites dirigidos a realizar la pertinente modificación del uso del suelo en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Pedrosa avanzó ayer, en este sentido, que ya ha dado orden a la oficina técnica para proceder a la modificación que permitirá que la amplia parcela, que en estos momentos únicamente admite un uso dotacional deportivo, pueda destinarse a un uso terciario comercial.

El anuncio viene a confirmar asimismo cuál será finalmente el destino del Pepico Amat que, ante el inicio de las obras del nuevo campo de fútbol, había quedado en el aire. Si bien ya se había puesto de manifiesto que la actividad del actual estadio se trasladaría a la nueva infraestructura, actualmente en proceso de ejecución en el Sector 9, hasta el momento el equipo de gobierno popular no había movido ficha ni manifestado claramente cuál seria al futuro uso del Pepico Amat.

Las intenciones ya están, sin embargo, sobre la mesa y ya se puede afirmar que su destino final será el derribo. La alcaldesa destacó ayer a este respecto que se trata de una parcela de aproximadamente 29.000 metros cuadrados con una ubicación privilegiada "y no tiene ningún sentido dejarla sin uso, porque eso es lo que ocurrirá cuando esté terminado el nuevo campo de fútbol, cuando podríamos tener por fin ese centro comercial que tanto necesitan Elda y sus vecinos".

Pedrosa confirmó que de momento no hay ofertas sobre la mesa y destacó que "hay que empezar la casa por los cimientos y no por el tejado" y que, para ello, lo primero es modificar el uso del suelo para que pueda estar disponible a los potenciales proyectos de las empresas". En todo caso, el nuevo uso de la parcela del estadio será terciario comercial, no residencial, con las miras puestas en un proyecto que se ajuste al anunciado objetivo municipal de dotar a la ciudad de un complejo con actividad comercial y de ocio. "De acuerdo con las necesidades actuales de la ciudad, estamos hablando de un gran centro comercial que podrá integrar una oferta de ocio variada y atractiva, con tiendas, restaurantes, bares, pubs, cines o incluso una bolera. Un proyecto que será una realidad y que permitirá dinamizar la ciudad y dar salida a las necesidades de ocio que actualmente existen, especialmente para los jóvenes", apuntó Pedrosa, que destacó asimismo la situación privilegiada de la parcela. "Dispondríamos de un centro comercial urbano, de muy fácil accesibilidad y que, en muchos casos, no implicaría tener que coger el vehículo, lo que es especialmente importante para los más jóvenes", añadió.

Con los trámites en marcha para la reclasificación del suelo, habrá que esperar sin embargo a que finalicen las obras del nuevo campo de fútbol, cuya construcción tiene un plazo de ejecución aproximado de un año.