Los "bous al carrer" se han convertido en la principal atracción de las fiestas patronales de La Romana, que finalizaron ayer después de una intensa semana de desfiles de Moros y Cristianos, pólvora, música y actos religiosos que han acercado a multitud de visitantes de las poblaciones vecinas.

El acto taurino, celebrado en el paraje de La Cruz varias veces al día entre el sábado, el domingo y ayer lunes, han destacado este año, además de por una alta participación, por la total ausencia de incidentes, según la Policía Local del municipio; aunque al cierre de esta edición todavía quedaba una última cita para dar por finiquitadas las fiestas. Antes, los romaneros disfrutaron de una cena de convivencia para poner punto y final a las fiestas en honor a los Sagrados Corazones de Jesús y María.

Los Moros y Cristianos también han sido protagonistas en estas jornadas. Las tres comparsas, Piratas, Zíngaros y Moros han llevado su algarabía por las calles de La Romana, desde las fiestas de cada comparsa o la Retreta, hasta actos de más solemnidad como la Ofrenda o el desfile.

Tranquilidad

También la Policía Local destacó ayer la tranquilidad con la que se han desarrollado todos el resto de actos festeros este año. En el recuerdo queda el sobresalto y la tristeza del pasado año cuando un joven falleció durante la Retreta.