La Guardia Civil detuvo ayer a dos hombres de edades comprendidas entre los 40 y 50 años y realizó dos registros domiciliarios en el barrio marginal del Poblao de Villena en relación a la muerte violenta de un alicantino de 54 años que llevaba varios meses residiendo en la localidad. Su cadáver fue descubierto maniatado el pasado día 1 de octubre en una zona de campo situada en la partida de La Solana, en las inmediaciones de la antigua vía del tren "chicharra" que corre paralela a la carretera que une Villena y Biar.

El amplio dispositivo que los efectivos de la Guardia Civil, Policía Local y Policía Judicial de Villena desplegaron al mediodía de ayer en el gueto del Poblao causó una gran expectación entre el vecindario, formado mayoritariamente por personas de raza gitana que conocían a los dos arrestados. Varios guardia civiles entraron con ellos en un bloque de pisos próximo al campo de fútbol de La Solana donde ambos residen con sus familiares, tal y como un vecino indicó a este diario.

Alrededor de las dos de la tarde la Guardia Civil daba por finalizado el registro y los agentes, que salieron de las viviendas con bolsas llenas de efectos, volvieron a montar a los arrestados en sus coches patrulla antes de abandonar el lugar. Nada ha trascendido acerca de la investigación que ha desarrollado la Policía Judicial de Villena ni de las circunstancias que han rodeado al crimen dado que, según ha confirmado el TSJ, el Juzgado de Instrucción Numero 1 de Villena mantiene el secreto de sumario.

Tal y como este diario publicó en su día, el cadáver tenía las manos atadas a la espalda aunque no presentaba ninguna herida visible por arma blanca, de fuego o por una fuerte contusión. El propietario de una finca cercana fue el que lo descubrió y llamó rápidamente a la Policía Local, cuyos agentes informaron a su vez a la Guardia Civil llegando a desplazarse hasta el lugar del crimen un equipo de Homicidios de Alicante.

Las pesquisas posteriores permitieron identificar al fallecido. Vivía con un hermano desde hacía varios meses en una vivienda de El Rabal, la barriada próxima al castillo de La Atalaya considerada policialmente como el mayor "supermercado de la droga" de la comarca del Alto Vinalopó junto al gueto de El Poblao. Al parecer la víctima se había despedido de sus familiares porque tenía intención de marcharse a vivir a Alicante. Algo que explicaría el hecho de que a pocos metros de su cadáver fuera encontrada su maleta, que había sido registrada y de hecho algunas de sus pertenencias se encontraban esparcidas por la zona. Además, por fuentes cercanas a la víctima este diario pudo saber que el fallecido fue visto por última vez el 24 de septiembre en un banco de Villena extrayendo dinero antes de viajar a Alicante. Ni sus familiares ni sus vecinos lo volvieron a ver desde ese día. Sin embargo, nadie denunció su desaparición porque creían que ya se encontraba residiendo en su nuevo domicilio. Pero el hecho de que el cadáver fuera hallado una semana después sin que nada se supiera de su paradero durante ese tiempo también plantea muchas incógnitas que los investigadores de la Guardia Civil tendrán que despejar.