El cementerio nuevo de Elda, el Virgen de los Dolores, se ha convertido en el escenario de rituales de magia negra desde que varios desconocidos profanaron cuatro nichos y robaron el cráneo de un cadáver. Como ya se publicó en su día, este macabro suceso se produjo a finales de octubre, pero desde mediados de noviembre se ha venido detectando la presencia de velas, pócimas, fotografías, objetos y monedas que suelen utilizarse en las ceremonias de brujería en las que se pretende causar un maleficio a una persona.

El último de estos hallazgos se produjo ayer. Una bolsa de plástico arrojada dentro del camposanto desde la puerta principal envolvía un limón en avanzado estado de putrefacción con decenas de alfileres clavados. Esto fue ayer pero el pasado fin de semana un matrimonio de Elda que se disponía a visitar la sepultura de un familiar difunto observó, junto a la valla exterior del cementerio, una imagen que les causó temor y extrañeza. Junto a la zona donde aparcaron el coche encontraron cuatro vasos de cristal, uno de ellos boca abajo, junto a un puro apagado y dos botellas llenas de aparente agua. Una de ellas destapada y la otra abierta. Tal y como este diario pudo comprobar ayer en el mismo lugar donde se realizó la invocación espiritista, junto a sendas botellas había también un tarro de cristal cerrado con su propia tapa que contenía un brebaje oscuro, parte del cual se había vertido en uno de los vasos.

Además, frente al acceso principal del recinto sagrado podían verse también, esparcidas por el suelo, varias monedas -10 y 5 céntimos de euro- y los fragmentos de un recipiente de cristal roto en pedazos junto a un amasijo oscuro y maloliente que parecía contener algún tipo de semilla.

Pero todo empezó dos semanas atrás con la presencia de dos pañuelos negros atados que contenían un puñado de tierra. Fueron localizados junto a unos panteones pero no se detectó ningún daño ni acto vandálico en el camposanto. Nadie le dio importancia a este hecho hasta que tres días después la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Elda-Petrer era informada de la presencia de restos de una ceremonia de magia negra también junto la puerta del Virgen de los Dolores. Los agentes que inspeccionaron la escena hallaron dentro de una caja de zapatos una vela negra apagada, un pañuelo oscuro con una sustancia arenosa, la fotografía de un hombre y los que podrían ser su nombre y apellidos escritos en un papel cuidadosamente doblado.

Invocar a los espíritus

Los policías lo cargaron todo en el coche patrulla y se lo llevaron a la Comisaría de Elda-Petrer donde el material está siendo analizado dentro de la investigación abierta. De hecho, las fuentes consultadas sugieren la posibilidad de que estos ritos oscurantistas guarden relación con el robo de la calavera de una difunta y la profanación de cuatro nichos en el cementerio nuevo de Elda durante la madrugada del domingo 23 de octubre. Como se apuntó en su día, los profanadores de tumbas -se sospecha que fueron al menos tres- intentaron causar el menor daño posible a las lápidas, los féretros y los difuntos. Por su forma de proceder la única obsesión que parecían tener era conseguir la "mejor calavera", un cráneo esqueletizado para destinarlo a un misterioso fin que podría tener que ver con un "trabajo maléfico", un conjuro destinado a invocar a los espíritus para destruir a una persona. La persona cuya fotografía y nombre está investigando la Policía.