Ocho familias decidieron el pasado año que sus hijos no acudierán al colegio al cumplir los 3 años, edad en la que mayoritariamente los pequeños ocupan las aulas de los centros escolares. Las ocho decidieron ponerse manos a la obra y convirtieron una casa de campo en el Pinar Alto de Villena en una escuela. Constituidos en la asociación "El sonido del cielo" les gusta denominar a este "cole", espacio de libre aprendizaje.

Los niños pasaron los nueve meses escolares desde las nueve a la una del mediodia en este espacio, donde el objetivo es aprender pero de forma diferente. Mª Teresa Conca, una de la madres, cuenta como es el día a día en este espacio. "A la llegada lo primero que hacen es desayunar, compartiendo los primeros momentos del día contando cada uno sus vivencias", relata.

"El resto de la mañana juegan y en ese juego, -advierte José Galisteo, otro de los padres- aprenden". "Cada uno se acerca a uno de los rincones para hacer lo que más le gusta, lo que más le motiva en ese momento", añade.

Galisteo matiza que "esto no significa que no haya límites. Hay unas normas como no gritar o respetar el tiempo de los demás y finalmente los niños también se imponen las suyas".

Los padres participan de la educación en este espacio las últimas horas de la mañana. Algunos realizan diferentes talleres como el de cocina. "A través de éste, aprenden por ejemplo medidas, a sumar con los productos y física y química con las diferentes elaboraciones", indica Conca.

Después de la experiencia del curso que acaba de terminar, Conca y Galisteo están dando charlas por poblaciones cercanas a Villena para ampliar el número de niños que pueden acceder a este espacio, aunque puntualiza Galisteo "no podremos atender más de doce".