Las obras de restauración y de excavación arqueológica del castillo de la Atalaya de Villena, un Bien de Interés Cultural (BIC) con vestigios que se suceden desde la época árabe hasta el siglo XXI, han empezado a dar sus primeros pasos. En sus almenas se pueden ver ya los andamios como premonición de los que rodearán a la torre del homenaje durante el desarrollo de las obras.

El Ayuntamiento ha firmado el acta de replanteo y con este paso se ha iniciado la tercera fase de restauración de la fortaleza, que se extenderá desde julio de 2012 hasta el mismo mes del próximo año. Esta fase, según se explica en el proyecto arqueológico de Laura Hernández y Luz Varela, "completa la realización de una serie de actuaciones encaminadas, por un lado, a paliar el deterioro de la obra antigua y, por otro a ampliar y mejorar la visita al monumento". Con estos trabajos finalizarán las grandes obras de restauración que a lo largo de décadas se han ido sucediendo.

Las actuaciones iniciales se han centrado en las excavaciones en el patio, la barbacana y en parte de la liza para descubrir los restos arqueológicos existentes y localizar nuevos hallazgos. La directora del Museo Arqueológico, Laura Hernández, comentó que "esperamos encontrar en algunas de estas estancias, objetos que nos hagan conocer más sobre la evolución histórica del castillo".

Asimismo, se limpiarán y se consolidarán las fachadas de la torre de la época almohade, fabricadas mediante tapial. También se recuperará el dintel de la puerta del corredor de atajo. En la parte cristiana, de mampostería, se sanearán las juntas, se limpiará y se procederá a un nuevo rejuntado de la piedra.

En el año en que el recinto amurallado estará en obras se pintarán las dos primeras salas de la torre del homenaje, se colocarán las visagras y las cerraduras en todas las ventanas y en la puerta del corredor de atajo.

Otro de las grandes actuaciones es la nueva iluminación exterior del monumento. Serán desplazados los tendidos eléctricos que afean la muralla. Se desplazarán los focos de iluminación de la torre del homenaje y serán repuestos en la última fase de la obra.

Las labores que se han iniciado en el mes de julio coincidirán con las fiestas patronales de septiembre. El concejal de Obras, Juan Richart, indicó que las embajadas podrán realizarse en la fortaleza, a pesar de los trabajos.

Costes y aportaciones

La tercera fase de restauración cuenta con la aportación del Ministerio de Fomento del 1% cultural por el paso de las obras de AVE por el término municipal. Un total de 973.624,68 euros se destinarán a estas tareas a las que se suma la colocación de una barandilla de protección hasta completar todo el perímetro de las dos murallas y así hacer visitable la parte superior. De esta cantidad, 730.000 son los que costeará el Ministerio mientras que el resto, el 25% saldrá de las arcas municipales.

Esperanza en que sea la última "gran" rehabilitación

Estas obras no son las primeras que sufre el castillo de la Atalaya aunque se espera que sean las últimas. En el proyecto de restauración del que fue declarado monumento histórico-artístico en 1931, se indican las diferentes actuaciones realizadas en el castillo en la década de los noventa y los primeros años del siglo XXI.

La primera fase, iniciada en 1999, se acometió la rehabilitación del interior de la torre del homenaje así como el interior de la muralla que delimita el patio de armas. En estas fechas también se mejoró la iluminación exterior y nocturna de la fortaleza.

En 2003 se puso en marcha la segunda fase de los trabajos. Esta se centró en la primera muralla y antemural, en la excavación de la zona de acceso principal y en la barbaca, donde se encontraron los cimientos de la ermita de Nuestra Señora de Las Nieves o del Castillo.

El castillo Villena es de origen árabe y consta de un doble recinto amurallado que tiende al rectángulo, cuyos muros están coronados por almenas y flanqueados por torreones circulares. El recinto principal es de mayor altura que el antemural.

En el lado sudoeste se encuentra la torre del homenaje de planta cuadrada de 14,4 metros de lado y alcanzando una altura aproximada de 25 metros. En la parte exterior, presenta dos cuerpos que en el interior se dividen en cuatro plantas, las dos inferiores son de época almohade y están realizadas en fábrica de tapial, mientras que las superiores son de época cristiana realizados en mampostería y sillarejo coronado por ocho escaraguaitas.

El patio de armas es rectangular con potentes torreones en las esquinas. V. P.