Dentro del casco histórico del municipio de Petrer, en la confluencia de las calles La Fuente y La Huerta y muy próximo a la Iglesia de San Bartolomé y al museo municipal Dámaso Navarro se halla un "escondido" horno romano del siglo III. Un tesoro histórico desconocido para muchos ubicado en pleno centro del municipio.

El tesoro corresponde a los restos romanos que se localizaron en entre los años 2007 y 2008 tras la excavación de una empresa que pretendía edificar en la zona. Así, una vez localizados los restos de construcciones y ladrillo los expertos determinaron que se trata de la parte rústica de una villa romana de entre los siglos I y VI. Poco después, el Ayuntamiento de Petrer compró los bajos del solar y rehabilitó la zona, protegiendo así los restos históricos. Sin embargo, lo que pretendía ser un museo cuyos restos podían ser observados por todos los petrerenses, disfrutando así de la historia, se ha transformado en un lugar oculto donde observar los restos romanos es muy complicado. Y es que, los restos se encuentran tapados por una cristalera que a su vez está pintada con unas vasijas que decoran el cristal junto a una leyenda en la que puede leerse "Horno Romano de Villa Petraira-Siglo III", que dificulta aún más la visión al interior de los restos romanos. Es por ello, que no sorprende que algunos se hayan atrevido, en su un intento de poder observar los restos romanos, a incluso raspar la cristalera en un intento de limar la pintura para poder observar mejor los restos romanos.

Los 50 metros cuadrados y donde se halla el tesoro protegen la arcada y el módulo de cocción del horno en el conjunto cubriendo con un cristal de metacrilato la zona. Aunque, en la actualidad el cristal sólo protege a uno de los hornos, el único que ha sido conservado en buen estado, el hallazgo localizó tres hornos, lo que se suponía que se trataba de una especie de zona industrial única donde se cocía ladrillo y tejas para suministrar a asentamientos de materiales de construcción. Sin embargo, el único emblema de la ciudad que caracteriza a la Villa Petraira se encuentra oculto y sin poder ser visto.

La necesaria protección de la Villa Petraira

Los restos romanos localizados hace algo más de cuatro años, están protegidos dentro de la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano. La protección de la zona se aprobó en pleno municipal donde se efectúo una modificación puntual de elementos en el Plan General por la que se recogería la protección específica de la parcela donde se encuentra uno de los tres hornos romanos que se hallaron en 2008. El asentamiento recibió el nombre de Villa Petraria y según los expertos probablemente estuviera habitado por varias familias adineradas en lo que se conoce como "pars urbana" y trabajadores o esclavos que la atendían. De hecho, el gran mosaico que se encontró cerca de la plaza del Derrocat en el año 1975 pertenece a la parte más lujosa de la finca donde vivían los propietarios de las tierras. Asimismo, el centro histórico ha sido objeto además de diferentes hallazgos. Númerosos restos muebles e inmuebles de varios siglos de antigüedad repartidos en diferentes épocas. Así, hace años los técnicos de Arpa Patrimonio encontraron restos de la época romana de Petrer, árabe e incluso construcciones recientes, como una tahona contemporánea del siglo XIX.

De igual modo, en de época romana también tenemos constancia de la presencia de diversas villas romanas altoimperiales dedicadas a la producción de cereales, la denominada Villa Petraria, procede un pavimento de mosaico polícromo del siglo IV.