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La provincia de Alicante ha logrado mejorar sus niveles de eficiencia energética un 4 por ciento respecto al año anterior gracias, fundamentalmente, a que el consumo de las energías renovables ha experimentado un incremento del 6 por ciento. Así pues, para producir una unidad de Producto Interior Bruto (PIB) se necesitó en 2011 cuatro puntos menos de energía que en 2010, lo que permitió reducir el consumo energético en 502 kilotoneladas equivalentes de petróleo.

A este dato ofrecido por la Agencia Valenciana de la Energía (Aven) hay que añadir que la provincia ha conseguido mejorar desde el año 2005 un 17 por ciento su eficiencia energética, es decir la cantidad de energía necesaria para producir una unidad de PIB que, como se sabe, es la medida macroeconómica que expresa el valor monetario de la producción de bienes y servicios de un determinado territorio durante un año.

«Esta mejora de la eficiencia energética ha contribuido satisfactoriamente a reducir la factura energética en la provincia de Alicante en 544 millones de euros», según ha informado el director general de Energía Antonio Cejalvo, además de seguir avanzando en materia de sostenibilidad ambiental.

Último balance de datos

La Agencia Valenciana de la Energía, entidad adscrita a la Conselleria Infraestructuras y Transporte que tiene por finalidad la previsión, gestión y ejecución de la política energética regional, ha publicado esta misma semana el Balance de Datos Energéticos de la Comunidad Valenciana correspondientes al año 2011, que es el último ejercicio del que se tiene información puntual y oficial.

El extenso documento recopila los principales datos energéticos del territorio autonómico, y entre la información que contiene figura que la provincia de Alicante consume el 30,3 por ciento de toda la energía final de la Comunidad. Por encima está Valencia con un 45,4 por ciento y por debajo Castellón, con el 24,3.

Agricultura y pesca a la cola

Por sectores económicos, según los datos extraídos del balance de la Agencia Valenciana de la Energía, el transporte sigue siendo el que más energía «quema» en Alicante provincia. Este sector consumió en 2010 un total de 1.211 kilotoneladas equivalentes de petróleo (ktep), lo que representa el 49,7 por ciento del total de energía consumido en el conjunto de la provincia.

A continuación se sitúa el sector doméstico que, con un consumo de 443 ktep, representa el 18,2 por ciento de toda la energía consumida. Le sigue el sector industrial, que concentra el 15,5 del total y durante 2010 consumió 378 ktep. El sector servicios, con un consumo de 281 ktep, representó el 11,5 de la suma total y cierra la lista de gasto energético por sectores la agricultura y la pesca, con el 5,1 por ciento y 125 ktep consumidos en el mismo periodo de tiempo. Todo ello lleva a concluir que el total del consumo energético de la provincia de Alicante ascendió a 2.439 ktep y que los combustibles más utilizados fueron los derivados del petróleo.

Otro de los datos relevantes que se desprenden del informe al que ha tenido acceso este diario es que el petróleo fue la fuente energética más utilizada en la provincia con 1.888 ktep consumidos, es decir el 58,9 por ciento. La segunda fuente más empleada ha sido la electricidad con el 30 por ciento, seguida del gas natural, que representa el 5,7, mientras las energías renovables sólo suponen el 5,1 del total.

Renovables

Sin embargo el director general de Energía ha destacado, respecto a éstas últimas, que mientras el resto de fuentes energéticas ha disminuido su consumo de forma comparativa con el año anterior, las renovables son las únicas que han aumentado. Y lo han hecho, además, en un 6 por ciento.

Pero no se trata de un dato aislado porque desde el año 2007 el uso de las energías puras -sobre todo de la solar- ha crecido en las comarcas alicantinas más de un 50 por ciento, pasando de las 81.000 toneladas equivalentes de petróleo consumidas en 2007 a las 125.000 toneladas equivalentes de petróleo consumidas en 2010. Y este positivo proceso va incrementándose en toda la provincia de forma significativa, tal y como la propia Agencia viene constatando desde hace ya seis años.