­Las grandes marcas de moda internacionales vuelven a apostar por las empresas de Elda para fabricar el calzado que después se venderá en las mejores tiendas del mundo con el sello «made in Spain».

Siempre ha habido primeras firmas que han confiado sus pedidos a la fabricación eldense y comarcal, pero en los últimos cuatro años han aumentado un 20% sus pedidos, según explicó el presidente de la Federación de Industrias del Calzado Española (Fice), José Sanchís.

De hecho, el volumen de fabricación para estas firmas internacionales del sector del lujo alcanza ya el millón de pares, de los 20 millones que se fabrican en Elda al año.

Marcas como Prada, su segunda línea Miu Miu, Gucci, Jimmy Choo, Louboutin y Tommy Hilfiger son algunas de las que fabrican parte o su producción entera en Elda. Algunas fábricas se dedican en exclusiva a elaborar los diseños de estas grandes casas, mientras que otras son a su vez firmas de calidad y reconocidas que aceptan los pedidos y se encargan de su elaboración.

Pero ¿por qué los fabricantes han notado este incremento en los últimos tiempos? Se debe a una conjunción de factores y en parte de ellos la crisis, paradójicamente, ha beneficiado al sector en la comarca y, en general, en España.

Por un lado, la complicada situación económica ha provocado que el volumen de los pedidos se haya reducido y el transporte desde Asia por ejemplo no sale rentable si se baja de ciertas cantidades. Además, según explicó Sanchís, las empresas chinas no ofrecen financiación, mientras que las nacionales dan facilidades de pago.

También ha ayudado que «aquí llevamos diez años de contención de precios y en los últimos tiempos la conflictividad laboral en China ha aumentado y el coste de la mano de obra va subiendo por lo que han dejado de ser tan competitivos como antes», añadió el presidente de la patronal zapatera.

Todo esto unido a que la mano de obra es más cara en Francia y en Italia, donde además se siguen destruyendo fábricas por la crisis, ha contribuido a este especie de «tormenta perfecta» para que las grandes casas europeas y norteamericanas se decidan por producir sus zapatos en Elda.

Falta de aparadoras

Además del trabajo en sí, la llegada de estos pedidos es «muy positiva» para la ciudad y la comarca porque «estas firmas establecen aquí sus oficinas generando sinergias de producción estables», señaló Sanchís.

El presidente de Fice recordó que si estas marcas, sinónimo de calidad y prestigio, se decantan por Elda es por el saber hacer zapatero de su tejido productivo y el componente artesanal.

Por ello, alertó de la falta de aparadoras ante la creciente demanda, circunstancia que achacó a la deslocalización de los 90. «Nos fuimos a buscar aparadoras a India y Marruecos y ahora cuesta encontrar aquí», lamentó.

Por este motivo, abogó por recuperar la figura del «aprendiz» en las fábricas de manera que los jóvenes compatibilicen su formación con prácticas en las empresas.