La sequía y la plaga de conejos son los grandes enemigos del yacimiento de la Edad del Bronce del cabezo Redondo de Villena. Por ello, en los primeros días de la campaña anual de excavaciones arqueológicas se limpiaron y consolidaron los polvorientos departamentos en los que está dividido. Mauro Hernández, catedrático de Prehistoria y director de la excavación, destacó que «además de ver grandes madrigueras, hemos observado gran cantidad de excrementos de conejos».

Las endebles estructuras del yacimiento, que han soportado el paso de los milenios, casi se derrumban por los grandes boquetes que han horadado los conejos en sus cimientos. Por ello, los voluntarios han levantado muretes con grandes piedras y mortero para prevenir que todas las estructuras arquitectónicas se vengan abajo. La conselleria de Cultura aportó 10.000 euros para su consolidación, después de tres años sin recibir ayudas de la Generalitat Valenciana.

Hernández señaló que «lo mejor sería eliminar los conejos del interior del cercado porque sino corremos el riesgo de que se caiga todo».

El responsable de la excavación se mostró satisfecho por los resultados de los trabajos, que permiten intuir una nueva gran edificación. Pero será el próximo año cuando se desentierre.

Hernández señaló que «la campaña ha vuelto a sus inicios». Dieciocho estudiantes de la Universidad de Alicante han participado en ella durante 3 semanas. Así, el ritmo de las excavaciones en el poblado fechado entre 1.300 y 1.600 A.C. y único en la Península Ibérica, se retoma después de años de crisis y recortes. El Ayuntamiento es el que se ha hecho cargo de la manutención de los estudiantes durante sus semanas de estancia.