El equipo de Atestados de la Guardia Civil de Tráfico sigue con sus investigaciones para tratar de determinar las causas por las que un noveldense de 86 años se convirtió en un conductor «kamikaze» sembrando el pánico en la A-31, la autovía de Madrid.

El octogenario condujo su Volkswagen Golf en dirección Alicante, a más de 100 kilómetros por hora y en sentido contrario a la circulación durante el tramo de diez kilómetros comprendido entre los términos de Elda, Petrer y Novelda.

Finalmente pudo ser interceptado por una patrulla de la Guardia Civil de Novelda en el punto kilométrico 209,150. Los agentes pusieron en riesgo sus vidas para evitar que continuase la marcha e, incluso, estuvieron a punto de ser embestidos por el vehículo del presunto infractor cuando le dieron el alto. Tras practicarle la prueba de alcoholemia dio un resultado negativo pero, según ha podido averiguar este diario, el hombre se mostraba un tanto desorientado y confuso. En este caso el resultado del examen médico al que va a ser sometido por parte del forense será fundamental para determinar si su acción pudo responder a un grave despiste o bien si, dada su avanzada edad próxima a los 90 años, sufre los efectos de algún tipo de enfermedad neurológica como demencia senil o alzheimer.

Tal y como este diario adelantó en su edición de ayer, el suceso se desencadenó a las 21.30 horas del miércoles y, milagrosamente, no se produjo ningún herido de gravedad a pesar de que se cruzó con decenas de vehículos cuyos conductores, que circulaban en dirección Madrid, tuvieron que realizar maniobras evasivas para evitar un impacto frontal. Sólo dos turismos colisionaron lateralmente a la altura de los Baños de la Sal de Novelda pero sus conductores no sufrieron heridas de consideración.

El «kamikaze», que resultó ileso, tenía toda la documentación en regla pero, por motivos de seguridad, se le ha retirado el coche y no podrá conducir, cautelarmente, hasta que el juez decida en firme.