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Con el Ébola y con las guerras

Los miembros de la ONG Oasis han vuelto a viajar a Togo para operar a los más pobres a pesar del conflicto bélico por el golpe de Estado en Burkina Faso

Dos niños que serán operados. INFORMACIÓN

La expedición humanitaria que los miembros de la ONG Oasis vienen realizando de forma ininterrumpida desde 2003 a la ciudad africana de Bombouaka es noticia todos los años. Pero en esta ocasión lo es mucho más por la incertidumbre que planea sobre la vuelta a España de los ocho profesionales sanitarios que se desplazaron a Togo la semana pasada. La razón se debe a la inestabilidad que sufre el país vecino de Burkina Faso tras el golpe de Estado contra su Gobierno interino ante la «grave situación de inseguridad» existente por las elecciones del próximo 11 de octubre. Un conflicto que estalló el pasado 16 de septiembre cuando integrantes de la guardia presidencial, liderados por el general Diendéré, tomaron como «rehenes» al presidente Michel Kafando y al primer ministro Yacouba Isaac Zidade.

Todo ello obligó a la expedición de Oasis a cambiar sus planes de forma repentina para poder cumplir con las fechas y objetivos previstos: realizar 40 intervenciones quirúrgicas y atender a 180 enfermos en consulta. Pues bien, con apenas unas horas de antelación los cooperantes lograron cambiar el vuelo para tomar un avión que no aterrizase, tal y como habían previsto, en el Aeropuerto Internacional de Uagadugú, que se halla situado en Burkina Faso. Para ello partieron de Alicante a París y desde la capital francesa al aeropuerto de Lomé, en la capital de Togo. De este modo evitaron verse inmersos en pleno golpe de Estado aunque tuvieron que recorrer 650 kilómetros por carretera durante algo más de doce horas. Pero al final superaron todos los obstáculos y los profesionales sanitarios de Oasis han vuelto a ser, un año más, fieles a su cita en el Centro Don Orione para intentar mejorar la calidad de vida de los pacientes con deformidades en rodillas, en pies y con secuelas de quemaduras que siempre esperan su llegada con ilusión y gratitud. Pacientes que no pueden acudir a la sanidad privada togolesa por no tener recursos para hacer frente a los gastos del tratamiento. Pero Oasis ha podido viajar un nuevo año a Bombouaka gracias al coraje de sus integrantes y a la ayuda y colaboración de organismos como la Fundación Pascual Ros Aguilar de Mustang, la AMCE Santa Cecilia de Elda, el Ayuntamiento de Sax, el colegio Laude British School Vila-Real, el Pub Le Ore de Elda y las personas anónimas que confían y apoyan a esta ONG de Alicante. Por todos ellos hasta el próximo viernes 2 de octubre van a continuar los miembros de Oasis con un proyecto humanitario que ha permitido, desde el año 2003, atender en consulta a 2.190 pacientes y operar a 409 pacientes, de los cuales 269 son niños. Algo que no hubiera sido posible sin el compromiso de profesionales sanitarios de los hospitales alicantinos de Elda y San Juan, del Hospital Son Espases de Palma de Mallorca y del Universitario de Málaga. Su presupuesto es muy ajustado y carecer de gastos indirectos es su carta de presentación. Pero no lo es menos su firmeza y valentía por acudir a Togo a pesar de la amenaza de los conflictos bélicos que azotan la zona y del virus del Ébola, que ya el año pasado estuvo a punto de suspender el viaje.

En este caso la vuelta está programada para el próximo viernes en un avión que el grupo debería tomar en Burkina Faso. Todo está, por tanto, en el aire y dependerá de la evolución de un golpe de Estado que parece haberse neutralizado. Pero los cooperantes de Oasis saben que nadie quiere irse del sitio en el que nació y ese es, precisamente, su objetivo y aportación aunque existan riesgos que están dispuestos a asumir.

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