Las monturas de los caballos es el inusual botín en el que se ha especializado una banda que ya lleva cometidos seis asaltos en clubes hípicos de Villena, Pinoso, Alcoy, Onil, Dénia y Caudete. Se calcula que en apenas un mes han podido sustraer 50 sillas de montar con un precio aproximado de 40.000 euros. Pero no se conforman sólo con las monturas. También se llevan consigo todos los accesorios de caballería que encuentran a su paso y que bien pueden superar los 15.000 euros. Se trata, concretamente, de las cabezadas con sus correspondiente bocaos, mosqueros de cerda artesanales, abrebocas, mantas y correajes de piel que se colocan a los caballos, así como cascos y botas de doma clásica para jinetes.

En todos los robos perpetrados hasta el momento este grupo de ladrones ha demostrado poseer un profundo conocimiento del mundo caballista, además de una gran pericia para no despertar sospechas ni ser descubierto. Todo parece indicar que estudian previamente las cuadras, yeguadas o clubes hípicos que van a asaltar y también los movimientos de sus usuarios, operarios y vigilantes. En la mayoría de las ocasiones les ha bastado con romper ventanas o forzar puertas para hacerse con el botín pero, en varios casos, han llegado a realizar butrones en gruesas paredes e incluso en techos de hormigón por los que se han descolgado al interior. Se aprovechan también de que este tipo de instalaciones suelen encontrarse en zonas alejadas de los cascos urbanos.

El primero de los asaltos se produjo en una cuadra de Onil a finales de diciembre y desde entonces se han sucedido de forma intermitente. El más llamativo ha sido el del Club Hípico de Pinoso que dirige Curro Fuentes a quien le han robado cinco monturas, diez cabezadas, ocho mosqueros y otros accesorios y equipamiento de jinete por un valor próximo a los 8.00o euros. «Es que se han llevado hasta la Virgen del Rocío», indicaba ayer el afectado en referencia a una escultura de porcelana, de unos 60 centímetros, que compró 30 años atrás en la romería de El Rocío. En su caso los asaltantes esperaron a que se marchara a Sax, donde participó en una marcha ecuestre por el día de San Antón, para acceder por una ventana y romper una puerta interior. Lo único que dejaron los ladrones fueron dos sillas de montar que estaban rotas. Tuvieron la sangre fría y el tiempo suficiente para comprobar, incluso, su estado. Pero la Guardia Civil ha tomado un gran interés en este asunto y las investigaciones están avanzando.