El barrio de La Tafalera de Elda se encuentra inmerso en un imparable proceso de degradación de difícil retorno. Y ello a pesar de los planes urbanísticos presentados por las diferentes Corporaciones de las últimas legislaturas para tratar de recuperar un distrito marginal que lleva décadas viviendo de espaldas a la ciudad.

Ayer se derrumbó una nueva vivienda en la calle Alto de los Leones. La segunda de La Tafalera en el último mes. Fue repentinamente, sin síntomas previos, sobre las cuatro de la tarde, y sin que hubiera que lamentar daños personales. Parte de la ladera de una casa cueva deshabitada se vino abajo y sepultó por completo la entrada y el interior. Afortunadamente en ese momento no había nadie dentro ni los niños de las viviendas próximas se encontraban jugando en la calle como suelen hacer.

Hace dos semanas la zona ya fue acotada con vallas, siguiendo las instrucciones del técnico municipal, después de que los vecinos advirtieran al Ayuntamiento de que la loma estaba cediendo. Precisamente junto a la casa cueva colapsada hay otra cuyo acceso fue precintado, tiempo atrás, por el inminente peligro de hundimiento. Pero el corrimiento de tierras de ayer también ha afectado a una vivienda colindante donde reside una familia. Y precisamente, ante el riesgo de que pudiera quedar sepultada bajo toneladas de tierra y rocas, los responsables municipales decidieron, a última hora de la tarde de ayer, precintarla y evacuar a sus ocupantes. Todos ellos han sido alojados, provisionalmente, en el Centro Cívico de Elda aprovechando la instalación de camas, montada por el Ayuntamiento y Cruz Roja, para acoger a las personas atrapadas por el temporal de nieve y frío que azotó la comarca el jueves.

Tan pronto como se produjo el desplome de la casa cueva se desplegó en la barriada un rápido dispositivo en el que participaron agentes de la Policía Local y Nacional así como bomberos del Parque Comarcal, cuya intervención no fue finalmente necesaria.

Hace unas semanas también se desplomó el techo de una vivienda unifamiliar unas calles más arriba. Fue en el número 13 y en ese momento sus propietarios se encontraban fuera. La Policía Local la precintó ante el riesgo inminente de que la estructura se desplome. Es otra vivienda más destinada a convertirse en un nuevo solar del degradado barrio de La Tafalera.