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Villena

Un potente enclave comercial de 4.000 años

Los arqueólogos buscan conocer las claves que permitieron a los habitantes acumular riquezas

Arqueólogos en el yacimiento Cabezo Redondo. Áxel Álvarez

El poblado de la Edad de Bronce Cabezo Redondo, en Villena, fue un rico enclave comercial hace cuatro mil años. Así lo demuestran los dos objetos de lujo encontrados en la última campaña de excavaciones que está realizando la Universidad de Alicante, bajo la dirección del doctor Mauro Hernández.

En esta edición, que se prolongará hasta mediados del mes de julio, se ha hallado un botón de marfil y una cuenta de collar de pasta vítrea. Ambos materiales proceden de otras zonas del Mediterráneo, como África en el caso del botón y de Egipto o Grecia en el del collar, ya que en estas tierras se desconocía su técnica de elaboración.

«Estas dos piezas singulares y lujosas demuestran el contacto de los habitantes del poblado con otras zonas del Mediterráneo. Estamos a punto de descubrir las claves que permitieron a las gentes del poblado acumular tanta riqueza como diez kilos de oro del Tesoro de Villena», explica el doctor de la Universidad.

El profesor señala que el poblado de Cabezo Redondo se encuentra en un lugar estratégico, donde se vigilaba el paso de mercancías que van de la Meseta al Mediterráneo, «y además, las gentes que lo habitaban controlaban un recurso muy importante como era la carne. Al ser una zona rica en fauna, agua y sal, se podría acondicionar la carne para exportarla hacia el Mediterráneo».

Por otro lado, los dieciocho arqueólogos y estudiantes de arqueología están excavando tanto en la parte alta del cerro de Cabezo Redondo como en la zona media, con la puesta en valor de una vivienda, donde se han encontrado diversas vasijas.

Las excavaciones en distintos puntos del yacimiento permiten explicar el proceso y la evolución del poblado. Dos mil años antes de Cristo los habitantes de esta zona vivían en unos treinta poblados ubicados en distintos cerros. Por motivos que se desconocen, mil seiscientos años antes de Cristo los abandonaron para concentrarse en un único lugar, en el Cabezo Redondo, un poblado muy organizado dividido en barrios, con viviendas en arquitectura de piedra.

El objetivo para el próximo año es acondicionar la parte alta del poblado para mejorar la accesibilidad y la seguridad de los visitantes que acuden a conocer la vida de los habitantes de hace cuatro mil años.

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