El centro deportivo Salud y Agua de Novelda, construido por una empresa privada en suelo municipal, ha sido objeto de saqueos, expolio, abandono y vandalismo desde agosto de 2010. En esa fecha cerró sus puertas, al año y medio de iniciar su actividad, al entrar en concurso de acreedores la empresa valenciana a la que el Ayuntamiento adjudicó la gestión y explotación de unas instalaciones que, en ese momento, contaban con 20 operarios y 200 socios.

En mayo de 2013 este diario ya advirtió de que la situación de ruina y degradación había alcanzado un punto difícil retorno. Ayer el actual alcalde, Armando Esteve, pudo constatarlo en persona durante la visita al inmueble. Deplorable es el aspecto que presenta una instalación dotada de una piscina cubierta de 25 metros, zona de spa, gimnasio, sala de spinning y pistas exteriores polideportivas y de pádel. Un complejo recreativo sobre una parcela municipal de 11.551 metros situada en la calle Poeta Ausías March.

En su construcción se invirtió más de seis millones de euros a cambio de que el Ayuntamiento otorgara 30 años de concesión a la empresa adjudicataria. Pues bien, ahora habría que reinvertir un millón de euros para que el centro deportivo pudiera ser utilizado de nuevo por los ciudadanos. Eso es lo que pretende hacer «a medio plazo» el actual equipo de gobierno de UPyD-PP y en el próximo pleno se van a dar los primeros trámites para rescindir el contrato.

Para el alcalde esta situación se podría haber evitado desde el mismo día en el que la empresa cerró las puertas. «El pliego ofrecía en tal caso la posibilidad de rescindir la concesión. Pero el tripartito de entonces -PSOE, Bloc y Verds- escondió el problema en el cajón en lugar de resolver el contrato y hacerse cargo del centro», critica Esteve.

El resultado es una instalación «destruida, vandalizada y en un estado lastimoso» tras permanecer siete años en un «limbo jurídico» al que le ha llegado su fin.