Indignados, vilipendiados y desanimados. Así se sienten los vecinos de la calle Vicente Blasco Ibáñez de Elda al no poder liberar a tres perros que viven en condiciones insalubres, sin ninguna atención veterinaria y encerrados en un piso de 60 metros cuadrados de una cuarta planta. De nada han servido las decenas de reclamaciones, quejas, firmas, llamadas, entrevistas y reuniones en el Ayuntamiento. Dos años después todo sigue igual o peor.

La batalla por rescatar a los animales de la «cárcel» en la que llevan años confinados comenzó en 2015, cuando un colectivo de vecinos del barrio Nueva Fraternidad se movilizó recogiendo más de cien firmas en apenas unas semanas. Querían denunciar las míseras condiciones que soportan los canes y las molestias que ocasionan a diario. Entonces su dueña, una mujer con problemas de drogadicción cuya pareja se encuentra en prisión, los tenía confinados en un minúsculo balcón plagado de excrementos y orines. Los ladridos y lamentos eran continuos, tanto de día como de noche, y la situación se hizo insoportable.

A día de hoy, además de las firmas presentadas hay registrados 47 partes de incidencia de la Policía Local y cuatro sanciones graves de la Brigada Verde por las incesantes quejas vecinales. En fechas recientes la portavoz de los afectados, Paqui Serrano, se reunió junto a otros vecinos del barrio con la concejala de Sanidad, Nieves López. Le informaron de que, tras la intervención policial tras sus últimas quejas, la dueña había optado por no dejar salir a las mascotas ni tan siquiera al balcón de la vivienda para evitar que ladren. Desde entonces están confinadas en el interior del piso sin ver la luz del sol porque las persianas de las ventanas están bajadas casi por completo. Una penuria más para un pastor alemán, un husky y un rottweiler que llevan más de dos años sin pisar la calle.

Críticas al Ayuntamiento

Frente a este estado de «total abandono y desprotección», unido a las deplorables condiciones en las que malviven los tres perros, los vecinos le solicitaron a la concejala, amparándose en la Ordenanza Municipal de Tenencia de Animales y la Ley de Protección Animal, que decretara su inmediato traslado a la Protectora de Animales. Sin embargo, Nieves López les respondió que no existían suficientes indicios de maltrato animal y que, de nuevo, tendrían que recoger firmas y hacer cúmulo de más quejas para que, quizás, en un futuro, la concejalía pudiera intervenir. Algo que, en cualquier caso, el Ayuntamiento no estará autorizado a realizar si no cuenta previamente con una orden judicial. Pero este trámite podría tardar en conseguirse un par de años, tal y como han comentado a los afectados los miembros de la Brigada Verde. Agentes que el viernes acudieron otra vez al edificio de la calle Vicente Blasco Ibáñez. Recabaron más datos con los que elaborarán un informe que supondrá otra sanción grave para la dueña.

La portavoz vecinal Paqui Serrano considera que la concejalía de Sanidad está demostrando un «nulo interés por defender a los animales» y también califica de «indignante» la postura del Consistorio eldense frente a un caso de flagrante maltrato animal. De hecho, ayer se preguntaba: «¿Recae entonces la responsabilidad en los ciudadanos para que esta persona no continúe tratando a sus perros de forma vejatoria?, ¿Dónde queda la aplicación de las leyes para proteger a los animales? ¿Acaso no merecen un trato digno? ¿O es que como son animales esto no da publicidad ni votos?». Preguntas para las que Paqui Serrano espera respuestas.