?Visitar fábricas no es algo nuevo. Durante años, los colegios han montado excursiones para mostrar a sus alumnos industrias de juguetes o de chocolate. El turismo industrial va un paso más allá y ofrece esta posibilidad a los adultos.

Una sociedad cada vez más volcada en el sector terciario, se acerca con curiosidad y sorpresa al mundo de la industria y a sus procesos productivos. Así empiezan a descubrir el inmenso atractivo de como desde una materia prima se puede crear un zapato.

No sólo les seduce las transformaciones más artesanales sino que valoran las innovaciones que se introducen en las empresas y la adaptación de ellas a las nuevas tecnologías.