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«El violonchelo es mi vida, mi pasión y una lucha infinita por mejorar»

Tiene 22 años y ya está considerado una figura excepcional entre los más destacados jóvenes del panorama musical internacional

El joven eldense Alfredo Ferre posando con su violonchelo. INFORMACIÓN

Su casa de Elda huele a música y está llena de galardones nacionales e internacionales, como el primer premio y cuatro menciones especiales en el elitista Concurso Internacional de Violonchelo Antonio Janigro de Croacia. Recientemente ha recibido la distinción Jean-Nicolas Firmenich en el Festival de Verbier de Suiza, y precisamente en Basilea es donde amplía ahora su formación, en la Musik-Academie, acabando un Master en Performance con Iván Monighetti y Sol Gabetta. Está becado por la Fundación Pau Casals y en 2015 recibió, de manos de la Reina Sofía, el premio al alumno más sobresaliente de la cátedra de violonchelo.

¿Cómo se consigue un currículum así con solo 22 años?

Yo vivo para la música. Es mi vocación. Todos los días, entre clases y ensayos, toco el violonchelo diez horas e incluso sueño con ello. Solo descanso tres semanas al año y las tres veces que regreso a Elda para estar con mi familia también ensayo seis horas como mínimo. La música es mi vida.

¿Y cómo se inició?

Mi madre es pianista y en mi casa la música siempre ha estado presente. Tengo recuerdos siendo muy pequeño de sus ensayos al piano y del Trío de Cámara al que pertenecía. Fue entonces cuando me decanté por el chelo. Tenía siete años y mi madre me ha guiado desde niño en el mundo de la música. Además, fue precisamente ella quien me animó, con 16 años recién cumplidos, a ingresar en la Escuela Superior de Música Reina Sofía de Madrid.

¿Y compensa tanto esfuerzo?

Por supuesto. Yo no busco la fama ni el dinero porque mi pasión es la música pero el reconocimiento a mi entrega sí que me importa.

Pero la entrega es total...

Cierto. Es una carrera muy sacrificada. Una lucha infinita contra uno mismo por mejorar.

Pero llegará un momento en el que alcanzará la «cima»

Nunca se llega a la cima. Cuanto más estudio más cosas nuevas descubro porque este arte no tiene fin. Si llego a los 80 años de edad tocando el violonchelo estoy convencido de que seguiré aprendiendo y creciendo cada día.

¿Qué diferencia a los grandes maestros de los genios?

El don de trasmitir un sentimiento al público y lograr emocionarlo a través de la interpretación. Eso se lleva dentro y yo soy más pasional que racional.

Dicen que es muy exigente

Lo soy. Si no toco al máximo nivel me siento mal. Y no tanto por el público sino por mí mismo, porque solo cuando alcanzo mi límite logró estar en paz y satisfecho.

Vive en un mundo elitista. ¿Se considera un joven normal?

Totalmente. Estudié en el colegio Sagrada Familia y sigo conservando los amigos de la infancia, y cuando regreso a Elda salgo con ellos de bares. Me gusta el tenis -en la familia de mi padre hay grandes deportistas- y juego al fútbol todos los domingos en Basilea. Soy un joven normal aunque más independiente porque desde los 16 años vivo solo y lejos de casa.

¿Tiene predilección por algún violonchelo en concreto?

Siempre toco con mi instrumento. Un Serafino Scarampella del año 1905 cortesía de la Fundación BouboMusic.

¿Le gusta el piano?

Mucho. Aunque también me atrae la composición y la dirección de orquesta. Pero yo personalmente creo que para ser un buen director tienes que haber sido antes muy buen intérprete.

El año 2017 acaba. ¿Balance?

Ha sido muy bueno para mi carrera y lo más importante fue conseguir, en agosto, el premio Jean-Nicolas Firmenich en el Festival de Música Clásica de Verbier, donde recibí doce «master class» y realicé un concierto en solitario.

¿Qué objetivo se ha marcado?

Me gustaría tocar de solista en un gran orquesta. Sería un sueño hecho realidad pero conseguirlo es muy difícil y muy exigente.

¿Cómo lograrlo?

Estudiando, mejorando y también sabiéndose mover porque hoy en día el marketing y las nuevas tecnologías son fundamentales. Por ejemplo, la grabación en Youtube de mi «Concierto para violoncello y orquesta E. Elgar» ha recibido más de 25.000 visitas.

¿Cómo logra abstraerse de tantos reconocimientos?

Me meto en mi burbuja...jajaja.

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