Una viga de hormigón de 43 metros de longitud y 40.000 kilos de peso se precipitó durante la tarde de ayer sobre la rotonda de la plaça Rei En Jaume de la localidad de Cañada. El siniestro se produjo a las 14.30 horas cuando el conductor del camión procedente de una factoría de Quintanar del Rey -Cuenca- circulaba por la avinguda de València, en plena travesía de la CV-81 a su paso por el casco urbano de Cañada. Era un transporte con medidas especiales y se dirigía hacia la vecina localidad de Biar, donde debía descargar la viga para ser utilizada en la construcción de una nave industrial.

Pero la estructura era enorme y la rotonda pequeña así que la carga terminó cediendo hacia el lado izquierdo y arrastró consigo el remolque del tráiler en el que estaba sujeta. A pesar de que era una hora de mucho tránsito, y el camión terminó invadiendo la acera y llevándose por delante varias señales de tráfico, nadie resultó herido.

Pero el impacto fracturó la viga y fue necesario emplear dos grúas de gran potencia para poder trocearla y conseguir el objetivo de despejar la carretera lo antes posible. La voluminosa carga había bloqueado el punto kilométrico 35,500 en sentido Villena-Banyeres y la tarea no resultó ni fácil ni rápida. De hecho, hasta las 20.30 horas una dotación de la Guardia Civil de Tráfico tuvo que regular la circulación en el tramo afectado y desviar los vehículos en sentido Banyeres-Villena por las calles del casco urbano.

El percance alteró durante seis horas la tranquila vida de este pequeño municipio del Alto Vinalopó. Mientras los operarios de las grúas y la empresa de transporte trabajaban a marchas forzadas por restablecer la normalidad, muchos vecinos se congregaron en la zona enzarzándose en un animado debate sobre los motivos que habían llevado al conductor a tomar la ruta «menos conveniente» para llegar a Biar.